No puede con su esencia. Diego Armando Maradona es impulsivo, dice lo que piensa sin filtro, incluso siendo advertido que eso le traerá problemas.
En este caso, sus exabruptos cuando enfrenta los micrófonos lo dejaron sin la visa para ingresar a Estados Unidos, que le fue cancelada en 1994 tras el doping positivo en plena Copa del Mundo.
Diego necesitaba ingresar al país norteamericano en marzo para estar presente en el juicio civil a su ex esposa, Claudia Villafañe, que se llevará a cabo en Miami.
Hacia meses que el abogado del astro argentino, Matías Morla, tramitaba la aprobación de la visa y cuando todo marchaba viento en popa, declaraciones públicas del «10» tiraron todo para atrás. En una entrevista que dio en noviembre al canal venezolano Telesur, llamó «chirolita» al presidente estadounidense Donald Trump, en referencia al muñeco que utilizaba el ventrílocuo argentino Ricardo Gamero, más conocido como Míster Chasman.
A mediados de 2017, Maradona viajó a Rusia para estar presente en la final de la Copa Confederaciones que Alemania le ganó a Chile y en una conferencia de prensa dijo que para él, Trump «es un dibujo animado, un comic».
