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martes 23 de abril del 2024

Se prohibió el uso de glifosato

Eduardo Rossi habla rápido, enumerando de memoria y con facilidad, como quien habla de lo que desayunó o desea cenar, nombres de tóxicos, de ordenanzas, de enfermedades. Rossi tiene 43 años, es estudiante de medicina, técnico hemoterapista y miembro del consejo asesor de la comisión de Ecología del Concejo Municipal. Y esta semana, sobre todo, es el autor de los expedientes y la ordenanza que se aprobó hoy en el Concejo y prohibe el uso del glifosato en toda la ciudad. Rossi celebra la actitud del legislativo local y apunta al sentido educativo que tendrá la ordenanza: «Muchos herbicidas tienen que prohibirse pero empezamos con uno, al menos, para que la ciudadanía empiece a tener conciencia».

La ordenanza que aprobó el Concejo Municipal prohíbe el uso del herbicida glifosato a cualquiera de sus usos: tanto para el agronómico como para los espacios públicos y jardines particulares. Ahora, resta que el Poder Ejecutivo lo reglamente. «El glifosato se usa en tanta cantidad y tantos lugares que estamos siempre expuestos a un veneno ya categorizado como probable cancerígeno, que seguro daña la biodiversidad y a nosotros», explicó Rossi.

El medioambientalista destacó que en Rosario existe la sospecha de que el glifosato se estaba aplicando en plazas y parques. La marca del herbicida es clara y es la que se veía en esas intervenciones: el glifosato deja rastros amarillos. Sea cierto o no, cabe señalar que el herbicida se vende en todos lados y se usa en patios, jardines, parques. Por eso Rossi destaca el rol educativo de la nueva ordenanza: «Evitar el uso y tener en cuenta que, al menos, este veneno no se puede usar».

Rossi, valga la redundancia, enumera con rapidez. Explica que el glifosato se volatiliza rápidamente y llega a todos a través de una tormenta de tierra, inundaciones o lluvias; que se encontraron restos del herbicida en el Paraná, en los peces que comemos, en el trigo inglés y en la avena Quaker. «En Rosario o en Mar del Plata, en cualquier lado nos contaminamos», resumió Rossi. Y luego continuó explicando las pruebas que hay de cómo el glifosato es desde un probable cancerígeno hasta un tóxico que afecta la genética, las hormonas, la vida misma de las plantas y los humanos. Después, Rossi toma aire y resume: «Esperamos que los vecinos y dirigentes se hagan eco de la normativa para prohibir el veneno. Que esté en nuestros patios y plazas es una bomba de tiempo».

El proyecto de ordenanza aprobado este jueves y elaborado por Eduardo Rossi, aunque presentado por los concejales Osvaldo Miatello y Pedro Salinas, esta basado en las experiencias de otras localidades del país y el mundo: desde El Bolsón hasta Barcelona. También toma una resolución provincial prácticamente desconocida que prohíbe que se apliquen glifosato y otros herbicidas en zonas urbanas de toda la provincia; y una nacional que lo prohíbe en las zonas de las vías ferroviarias.

El proyecto lo presentó hace dos semanas Osvaldo Miatello, miembro de las comisiones de Ecología y Salud y enseguida tuvo despacho. Este jueves fue aprobado por unanimidad. La celebración de las organizaciones medioambientalistas no tardó en llegar y todos repitieron el mismo pedido que Rossi: que el Municipio lo reglamente pronto.