Newell´s volvió a perder en Superliga y solo sumó un punto de los últimos 15. Mientras espera por el comienzo del cliclo de Omar De Felippe, la Lepra se transformó paulatinamente en un equipo fácil para el adversario de turno, que entrega puntos sin resistencia ni oposición alguna.
Con poco, dando considerables ventajas y jugando más de media hora con un hombre de menos, Banfield doblegó a un apático Newell´s en la despedida del interinato de Garfagnoli. Lo peor que le pueda pasar a un equipo es que se acostumbre a perder, a ser superado y que camine los partidos con pasividad y suficiencia, inalterable ante el resultado adverso. Y el equipo rosarino esta ingresando en ese estadio.
Algunos arranques de Torres (protagonista de las dos jugadas del partido, el gol mal anulado y la pelota perdida que desencadena en el tanto de Cvitanich), el temperamento de Bernardello y las ganas de Fértoli. Ahí se terminó todo. No hay nada más, o por lo menos no se muestra nada más. Sarmiento se queda en el humo vendido ante las cámaras, Leal es un hermano lejano al del primer semestre, los laterales sufren defensivamente y no pesan arriba mientras que la presencia de los que ingresaron ni se notó.
Llamó la atención y sorprendió que un DT de las inferiores decida «jugarse» su ultima ficha en la máxima división sin juveniles y dándole una opción más a jugadores que ya probaron no estar a la altura. La titularidad de Sills, el ingreso de Figueroa o la permanencia de San Román o Evangelista en detrimento de los chicos del club no tiene demasiada explicación.
También hizo ruido en la previa la decisión de utilizar el esquema predilecto de Llop para disputar lo que ya Garfagnoli sabía que iba a ser su último partido como DT de Primera. Igualmente, un interinato de dos fechas con un plantel sin jerarquía y anulado psicológicamente no configuran una medida apta para analizar las condiciones del entrenador.
Lo que sí se puede seguir ratificando después de la última caída son los niveles bajísimos de jugadores que parecen inalterables ante las derrotas y las críticas. Esa «rebeldía» que se había prometido en redes sociales entre semana, ayer no apareció. En desventaja y con un hombre de más, no se vio un equipo que luche incansablemente por la igualdad, que queme naves y deje todo en la cancha.
Sino que, por el contrario, la gran mayoría de los protagonistas, asume y acepta con pasividad un nuevo golpe futbolístico. Es grave el panorama, mucho más cuando el mismo día el presidente del club Eduardo Bermúdez llena la página central del decano rosarino con frases dignas de un sketch humorístico.
Sin noción de la realidad, parece inmerso en una dimensión paralela donde todo lo que se hizo fue justificado y la hipotética vuelta de Maxi Rodríguez solucionaría los problemas. Dentro de un mar de frases armadas, carentes de autocrítica y siempre con una excusa al caer, los dichos de Bermúdez sirven más que nada para entender por qué pasa lo que pasa en Newell´s.
En este contexto, comenzará el ciclo de Omar De Felippe, quien ayer estuvo en las tribunas del Florencio Sola y observó en primera plana la situación con la que tendrá que lidiar. Golpeado, sin motivación ni respuestas. Así está Newell´s, esperando y necesitando, de forma urgente e imperiosa, que el nuevo conductor de un golpe de timón y haga reaccionar a los tripulantes.
