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jueves 28 de marzo del 2024

Ensalada de hojas verdes: aliada de la juventud

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Rush en Chicago reveló que ingerir una porción de verduras de hoja verde al día puede ayudar a preservar la memoria y las habilidades cognitivas.

Esto se debe al ácido fólico, perteneciente al grupo B de las vitaminas que se encuentra en grandes cantidades en las verduras de hoja verde, como las espinacas, las acelgas o la lechuga.

En un comunicado emitido por la Universidad, que ha publicado la investigación en la prestigiosa revista científica Neurology, la Dra. Martha Clare Morris, epidemióloga nutricional, explica los resultados del estudio y cómo es posible que la introducción de un hábito tan sencillo en la dieta pueda tener tales implicaciones para el cerebro:

«Agregar una porción diaria de verduras de hoja verde a la dieta puede ser una forma simple de ayudar a promover la salud cerebral”, afirma.

En occidente continúa habiendo un fuerte aumento de personas con demencia debido al envejecimiento de la población y la mayor esperanza de vida. Por ello, explica la doctora, “se necesitan estrategias eficaces para prevenir la demencia”.

En la investigación, 960 adultos mayores completaron cuestionarios sobre alimentos y recibieron evaluaciones cognitivas anuales, en un seguimiento que duró casi 5 años.

Los resultados fueron claros: de las personas observadas en la investigación, aquellas que periódicamente consumían una porción de verduras de hoja verde presentaron una tasa de disminución más lenta en las pruebas de memoria y habilidades de pensamiento que las personas que rara vez o nunca las ingerían.

Además, los adultos mayores con este hábito de alimentación dieron muestras de ser cognitivamente 11 años más jóvenes.

Los participantes también completaron el cuestionario de frecuencia de alimentos, que evaluó la frecuencia y la cantidad de porciones de media taza que comieron hortalizas de hoja verde, como las espinacas, las acelgas o la lechuga.

En concreto, el estudio dividió a los participantes en cinco grupos según la frecuencia con que comían verduras de hoja verde, y comparó las evaluaciones cognitivas de los que más comieron (un promedio de aproximadamente 1,3 porciones por día) y los que menos comieron (0,1 porciones por día).

En general, los puntajes de los participantes en las pruebas de pensamiento y memoria disminuyeron a un ritmo normal, correspondiente a la degradación normal de las capacidades asociadas a la edad.

No obstante, la tasa de disminución cognitiva para aquellos que ingerían los vegetales más a menudo fue más lenta que la tasa para aquellos que consumían menos vegetales de este tipo. Una diferencia de pérdida de capacidades equivalente a tener 11 años menos de edad, según Morris.

El estudio tuvo incluso en cuenta variables implicadas que afectan a la salud cerebral: el consumo de bebidas alcohólicas, el tabaquismo, la presión arterial alta, la obesidad, el nivel educativo y la cantidad de actividades físicas y cognitivas.