La crisis futbolística que atraviesa Rosario Central no conoce de mejoras en cuanto a resultados y, ante Belgrano y de local, dejó pasar otra oportunidad de sumar de a tres e igualó sin goles, en lo que fue el segundo partido de Paulo Ferrari como director técnico.
En el arranque del encuentro, el equipo del Loncho mostró las primeras intenciones en ofensiva, pero poca profundidad tuvo. Apenas contó con un remate de Leonardo Gil que Rigamonti mandó al tiro de esquina para ilusionar al Gigante.
Por su parte, Belgrano se fue acomodando en el campo al pasar los minutos, y preocupó en varias oportunidades al área canalla, ayudado por imprecisiones infantiles por parte de la línea defensiva y de volantes de Rosario Central.
En la segunda mitad, el partido dio un giro completo y se volvió vibrante y emocionante hasta la última jugada. El conjunto de Arroyito cambió su imagen y arrinconó al Pirata, con esfuerzos individuales más que con ideas colectivas, y con el empujón que le dio los ingresos de Vergara y Riaño.
Así y todo, entre la falta de puntería y la figura de César Rigamonti, Central no pudo convertir y lo sufrió también hasta el final, donde casi lo pierde con una muy clara jugada de Belgrano que terminó en un remate de Gudiño tapado por un Ledesma que se hizo gigante.
Rosario Central llegó a los 8 encuentros sin conocer la victoria, y profundiza su difícil situación futbolística tras una semana más que cargada con lo fue la salida de Bauza, la eliminación por Copa Argentina en manos de Sol de Mayo y los conflictos dirigenciales.
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