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martes 23 de abril del 2024

En la pandemia te miraba de afuera

Por Gustavo E. Feldman.

Por Gustavo E. Feldman

Rosario debe ser, junto a Buenos Aires, una de las ciudades de todo el mundo con una verdadera cultura urbana en cuanto a la asistencia y permanencia en los bares; ahora los “resto”, antes los “cafés”.

Páginas celebres gestadas en los bares, con episodios producidos o imaginados en los bares nos han enriquecido la vida. Fontanarrosa, Riestra, Gary,Hugo Diz entonces; Reynaldo Sietecase , el Rafa Aguirre hoy,  y por supuesto la eterna y gigantesca Angélica Gorodischer ;  han nutrido muchas de sus historias y personajes del semillero de la vida en los bares rosarinos.

Un viejo profesor de la facultad me dijo “se aprende mucho leyendo, pero más se aprende de las charlas con los amigos, basta seleccionar bien con quien se habla”. Y esas charlas confidentes o baladís, muchas de ellas se dan en el bar, ámbito coasi mágico para comentar o hasta confesar algo, pedir un consejo u ofrecerlo, darlo o recibirlo.

Esta “liberación” que implicará la reapertura de los bares será un verdadero desafío, una prueba de fuego para la gente, los comerciantes, los vecinos, las autoridades; para todos. Se van a mezclar muchas cosas; necesidades, controles, flexibilización, límites, sabores y sinsabores. Y la sempiterna anomia argentina, que esta vez no solo será un elemento negativo, sino que puede ser hasta peligroso.

La puesta en funcionamiento de los denominados protocolos será insuficiente sin un verdadero compromiso ciudadano. Sera más importante la conducta de los parroquianos, de los asistentes que de la propia autoridad de control. Seguramente-pensar lo contrario sería ingenuo- se van a presentar situaciones de tensión entre los asistentes, los comerciantes y las autoridades; como ha sido siempre, pero esta vez en un contexto completamente inédito que agudizará aún más esas tensiones. Y para esto también habrá que prepararse, porque la apertura de los bares parece ser el principio de la “salida” por un lado, y por otro parece que fuera a ser un ensayo sobre la “post pandemia” o “nueva normalidad”-

Cada bar, en cada ciudad, y por supuesto en Rosario, será un gigantesco tubo de ensayo para medir responsabilidad, control y aplicación de la ley. Pero también para medir cómo será el porvenir. El aspecto jurídico no es menor, porque aun en situación calamitosa como esta, la peor, los derechos y garantías siguen vigentes, los de la gente, los de los trabajadores y los de los comerciantes.

La apertura de los bares es desde el punto de vista sociológico más significativo que la apertura de los bancos, la administración o los Tribunales- La apertura de los bares simboliza la vuelta a la vida urbana y mundana, y sin dudas lo que ocurra marcará lo que siga.

Rosario viene controlando bien la “circulación del virus”, evitando intensamente la transmisión comunitaria; si la apertura de los bares, conel rigor imprescindible de preservación sanitaria, no genera una escapada de esa circulación viral habremos dado un gran paso contra la peste y a favor de recuperar aspectos importantes de nuestras vidas, los de las relaciones, los afectos; los lazos, diría un sicólogo.

A quienes nos gustan los bares desde que somos niños, que hemos leído, estudiado, escrito, reído y llorado en los bares; a los que casi han vivido en los bares; y a los que no tanto, todos, tenemos que cuidar esto nuevo para que no volvamos a “mirarlos de afuera”.-