El asesinato de Fernando Báez Sosa, el joven bonaerense de 19 años, que fue ultimado a golpes este fin de semana por 11 jóvenes rugbiers del club Náutico de Zárate a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell, volvió a poner al deporte en el centro de las discusiones mediáticas y cotidianas.
La brutal golpiza puso en discusión los valores inherentes al rugby. La dinámica de actuar en masa, la camaradería y la superioridad física. En ese marco, el exentrenador y jugador de Los Pumas, José Luis Imhoff, consideró al aire de Radio Mitre Rosario que “el rugby es un deporte que sirve para educar, para terminar con el individualismo”.
En ese sentido, defendió la práctica y se pronunció en contra de quienes apuntan contra los jugadores. «Siempre hay estúpidos que opinan y que le echan la culpa al deporte a algo que no tiene nada que ver. Pero sí vale aclarar a la sociedad que el rugby es un deporte que sirve para educar, para terminar con el individualismo.
Por otra parte, puntualizó en el atroz hecho de Villa gesell, que terminó con la vida de Fernando. “Evidentemente en este caso no se ha conseguido un grupo, se ha conseguido una patota. Ahora bien, qué produce entonces que un grupo se transfome en patota”, se preguntó el exdeportista.
Para Imhoff hay varios factores que lo explicarían. Entre ellos, mencionó » las características propias de los individuos , la sociedad en la cual están inmersos y por los recursos o medios que tienen».
El médico negó que las conductas de los rugbier sean siempre violentas y provoquen esos patrones en la vida diaria. «Estadísticamente se puede demostrar que los grupos violentos dentro del rugby son muchos menos que en la sociedad entera . No llegan a ser el 1. 3% «, indicó.
«En el rugby argentino hay actualmente alrededor de 35mil jugadores y no vemos hechos violentos en relación a esa cantidad. En ese sentido, debemos reconocer que en el conjunto de la sociedad hay un incremento de la violencia incitada por algunos elementos de consumo, alcohol, drogas y sexo», sostuvo Imhoff.
Por último, consultado sobre los límites de la agresión que en el deporte imperan, el expuma señaló que «en el rugby se educa para que la agresividad sea solo en el campo de juego, dentro de sus reglas. Hay veces que se logra y otras que no. Estamos en un caso concreto de que no se pudo lograr .Este grupo de jóvenes de Villa Gesell que agredieron no representan los ideales del deporte».
