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sábado 20 de abril del 2024

El rosarino ganador de la Voz Argentina cuestionó a Fernández por el confinamiento: «Me voy a tener que dedicar a otra cosa»

Tras consagrarse en 2012 en el reconocido reality musical, Gustavo Corvalán pudo desarrollar su carrera como cantante pero la pandemia lo afectó gravemente.

Los anuncios del presidente Alberto Fernández de este jueves, con el regreso al confinamiento prácticamente idéntico al de inicio de la pandemia, trajeron un profundo malestar en varios sectores que en los últimos días debieron readecuarse a las diferentes instancias de las restricciones hasta llegar a este momento de las medidas más severas, que regirán desde este sábado hasta el 30 de mayo inclusive.

No están exentos de ello los artistas, cuyo trabajo desde marzo 2020 se vio muy acotado y en algunos casos nulo. En ese sentido, ni bien terminó de emitirse el discurso del mandatario, el rosarino que ganó la Voz Argentina en 2012, Gustavo Corvalán, fue quien manifestó su repudio a la nueva realidad que atravesará el país por nueve días y se expresó a través de su cuenta de Instagram.

«Bueno debido a los anuncios del señor presidente creo que me voy a tener que dedicar a otra cosa porque trabajar con la música ya no se puede», comenzó el Toro y agregó: «Me entristece totalmente porque realmente mi situación económica como la de muchos es crítica. Y puedo ser comprensible con todo esto que está pasando, pero la verdad que a mí me corta a la mitad».

Corvalán ganó el reconocido reality show musical hace casi 9 años, con Soledad Pastorutti como su couch. Tras ser furor por su participación en el certamen, fue pasando por distintas agrupaciones. Instalado en Córdoba Capital, en 2015 se sumó al grupo cuartetero La Fiesta y, siguiendo el mismo género, en 2017 formó parte del clásico Trulalá. Pero, en 2018, el cantante se unió al subcampeón de Operación Triunfo 2005, César Cachi Palavecino, para armar un dúo de folklore al que denominó Tupachi.

Pese a varios años dedicados a la música, al comenzar la pandemia el artista rosarino debió reinventarse y comenzó a trabajar como repartidor de comida. «La verdad es que el tema de la música se ha hecho muy difícil para todos. Por suerte, mi señora venía con el proyecto de poner una pollería con mi suegra. Y, antes de que llegara la pandemia, yo les dije: “Abran ya, porque se viene algo feo”, contó en una entrevista que brindó el año pasado a Infobae.