En las últimas horas, el pedido por la aparición de una mochila de un chico con síndrome de down que fue robada del auto de su papá la madrugada del jueves, se viralizó en las redes. Manuel tiene 19 años, va a la escuela Leloir y en el bolso estaban sus anteojos, su carpeta y otros útiles. Liliana Fontana, la mamá, dice que está angustiado porque va ser difícil recuperar lo perdido. No por el valor material, sino cognitivo, humano. En la carpeta estaban los contenidos que aprendió en lo que va del ciclo lectivo y hay que rearmarla.
Manuel cursa cuarto año del secundario en el colegio Federico Leloir de calle Salta y Balcarce. La noche del miércoles, como cada semana, fue dormir a la casa de su papá que al otro día lo llevaría a la escuela. Pero cuando llegaron adonde estaba el auto estacionado en Brown al 1800, el panorama fue decepcionante. «Se encontraron con vidrios rotos. Se llevaron la mochila con los anteojos, la carpeta, la cartuchera», cuenta Liliana en diálogo con Rosario Nuestro.
«Está muy angustiado, sobre todo por la carpeta. A él le cuesta más que al resto de los chicos y le va a resultar difícil reconstruírla», explica la mujer. El día del robo, Manuel fue igual al colegio «porque tiene una energía y una fuerza….después, al mediodía, cuando llegó vinieron el grito y el llanto». La energía de Manuel se multiplicó en las redes sociales.
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Diez, mil, casi cincuenta mil veces se compartió el pedido por la aparición de la mochila. Tantas, que ya ni se sabe quién empezó. Porque así es la solidaridad en tiempos de innovaciones tecnológicas. Porque a veces, las pantallas, lejos de distanciar, acercan.
