Antes del rezo del Ángelus dominical Francisco reflexionó, este domingo, sobre las esencias de las autoridades y sus maneras de ejercer desde el palacio apostólico vaticano.
En ese contexto, el papa rechazó las formas de autoridades que en vez de servir como ejemplo para los ciudadanos se vuelven opresivas. “No permiten que la gente crezca y crea un clima de desconfianza y hostilidad, que lleva también a la corrupción”, aseguró Francisco.
El pontífice destacó que uno de los defectos más frecuentes de quienes ejercen una autoridad, ya “sea civil o eclesiástica”, es “exigirá los demás cosas, incluso justas” que después “ellos no practican en primera persona”.
Según el Papa, la autoridad debe servir de “buen ejemplo para ayudar a otros a practicar lo que es justo y debido, sosteniéndolos en las pruebas de que están en el camino de bien”.
