Durante todo este receso, los clubes más comprometidos con la permanencia en la Superliga para la temporada 2019/20 han intentado impulsar modificaciones que los beneficien en la dura lucha por sostener la categoría. La primera iniciativa que quedó trunca, al menos en lo inmediato, fue la posibilidad que se quiten los promedios.
Naturalmente, todos aquellos clubes que lograron una estabilidad al acumular buenas campañas en las últimas temporadas, no estuvieron de acuerdo, aunque todo indica que de aquí a un par de años podría llegar el fin de los promedios, buscando que ese cambio no termine siendo ni ventajoso ni perjudicial, o en todo caso lo menos posible, para ninguno.
Posteriormente, intentaron reducir la cantidad de descensos de cuatro a dos, pero eso también quedó desestimado porque la idea es que la próxima Superliga (2020/21) se juegue con 22 equipos, número acorde para que regrese el formato de todos contra todos a dos ruedas y no una sola como se disputa desde la creación del torneo de 30 en 2015.
El último intento por modificar el sistema será el que propondrán el miércoles en reunión de Comité Ejecutivo, donde intentarán someterlo a votación. Buscarán que los descensos sean mixtos: dos por promedios y otros dos por la tabla de posiciones de la temporada.
Claro está, tanto los dirigentes de Central como los de Newell’s, están a favor de esta modificación que requiere únicamente de un cambio en el reglamento de Superliga y no es necesario que se toque ni una coma del Estatuto de AFA. Con el actual formato, el inicio del campeonato encontrará a los recién ascendidos Arsenal y Central Córdoba de Santiago del Estero junto a Gimnasia en zona de descenso, mientras que los dos rosarinos arrancan con el mismo coeficiente y debería haber un desempate.
