Rosario atraviesa una crisis de violencia. Las complejas situaciones que generan las estructuras mafiosas y sus peleas se agrava con la super población de armas ilegales que hay en toda la ciudad.
Desde el comienzo de su gestión, el Ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro planteó la necesidad imperiosa de sacar ese armamento de circulación; para así reducir los escandalosos índices de enfrentamientos armados.
Por ello el pasado viernes primero de junio, en una operación conjunta realizada con la Administración Nacional de Materiales Controlados (Ex Renar), las autoridades de Seguridad ordenaron la destrucción de más de 6 mil armas de fuego que se encontraban decomisadas en diferentes depósitos judiciales.
El procedimiento se realizó en forma secreta, para así evitar que alguien pueda robar las pistolas, revólveres y escopetas que fueron convertidas en acero fundido.
