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viernes 19 de abril del 2024

Presidencia del Concejo: el juego de la silla

Siempre sentarse en la banca de Presidente del Concejo Municipal fue un hecho para enorgullecerse. De hecho, año a año, se especula con muchos nombres y todos se auto postulan para ser. Pero el 2017 viene raro. ¿Nadie la quiere?

Cambiemos ganó las elecciones este año de manera contundente y todas las miradas fueron derecho a su líder natural: Roy López Molina. Sin embargo, tan solo un día después de su triunfo arrollador en las urnas, descartó de cuajo la posibilidad de reemplazar a Daniela León en la presidencia. Y Roy fue más allá, porque cree que nadie de su bancada deba hacerse cargo de ese traje institucional.

Sin embargo, hay una interna abierta. Tanto Gabriel Chumpitaz como Alejandro Roselló quieren quedarse con el puesto a pesar de la opinión de Roy. De hecho, ya comenzaron el diálogo con los concejales de las otras fuerzas para conseguir los votos. Seguramente sus jefes políticos estén al tanto de esta disputa y hasta les “parece sano” que se disputen el poder dentro del cuerpo legislativo.

El socialismo, por su parte, que creía que tenía todo listo para pasarle el mando en el Concejo al partido que lidera Mauricio Macri, se encuentra en una encrucijada. Sabe que no tiene el consenso para seguir liderando el Palacio Vasallo, pero tampoco quiere entregarle el poder y el manejo de la caja al espacio del peronismo más algunos independientes.

El PJ puede llegar a armar un bloque de 7 concejales, nada despreciable en la arquitectura que muestra el Concejo hoy. De hecho, sería la segunda minoría de lograr los consensos para conseguir la unidad. Pero tampoco aceptaría el bloque, en su mayoría, votar al que elija el Pro por fuera de su fuerza. Las especulaciones son muchas, pero surgieron los nombres de Osvaldo Miatello y de Norma López como posibles postulaciones para el espacio.

Hasta puede llegar a jugar un papel fundamental el bloque de Ciudad Futura. Con 4 miembros se pueden transformar en el peso que necesita la balanza para inclinarse para un lado o para el otro.

Parece alocado pensar que Cambiemos resigne la institucionalidad que le daría el cargo, siendo que después del triunfo el lobby político se lo exige. También que el socialismo lo entregue tan fácil como hasta ahora parece. Y que el peronismo se quede de brazos cruzados mirando, mucho menos creíble.

A las especulaciones políticas hay que sumarle otra lectura. Desde que a Miguel Zamarini le fue mal en las elecciones después de ser 10 años presidente del cuerpo y que Daniela León haya corrido con la misma suerte después de ser 20 años concejala y los últimos dos titulares del Concejo, todos los integrantes miran de reojo a este traje. Porque, por un lado, te quita poder de fuego y de crítica en la pública, y por otro te obliga a tener un diálogo distinto hacia adentro.

Parece un chiste que a tan solo seis días de tener que presentar las candidaturas para la preparatoria no tengamos quién puede ser el elegido de cada espacio político. Históricamente hubo roscas detrás de la elección del Presidente del Palacio Vasallo pero nunca, como este año, por la negativa.

Los 28 concejales están girando al ritmo que propone Cambiemos. Por ahora, no les interesa cuándo se frene la música, ya que están pensando más en otras cosas que en ganar el juego de la silla.