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viernes 19 de abril del 2024

El Gobierno de Santa Fe dialoga con Buenos Aires, Córdoba y Entre Ríos para derivar pacientes

Federico Fiorilli, coordinador de Terapias Intensivas de la provincia, dio detalles de la situación epidemiológica que atraviesa Rosario y la región.

Rosario y la región están sintiendo el fuerte cimbronazo de la segunda ola del coronavirus. La situación epidemiológica es dramática, la ocupación de camas críticas está al límite y autoridades sanitarias exigen restricciones para evitar mayores consecuencias. Ante este escenario, el Gobierno de Santa Fe dialoga con funcionarios de Buenos Aires, Córdoba y Entre Ríos para derivar pacientes a esas provincias.

«La situación es crítica ya hace tres semanas. Empezó con el colapso en Rafaela, donde hubo que instalar una carpa sanitaria, luego el problema se trasladó a Rosario y Santa Fe. El colapso es inminente, es una realidad que no merece ninguna discusión, claramente no hay posibilidades de ampliación de camas», señaló Federico Fiorilli, coordinador de Terapias Intensivas de la provincia en diálogo con El Puente de Radio Mitre Rosario.

Fiorrilli dijo que quienes tienen responsabilidad de atención de pacientes críticos «tenemos que ser más cuidadosos» y puntualizó: «Tener más camas de manera infinita no significa salvar más vidas, todo lo contrario. Si el personal no da abasto la gente se va a morir igual».

En relación al impacto de la segunda ola, consideró: «Hoy tenemos circulación comunitaria, la gente perdió el miedo a la consulta. Todas las patologías que son subsidiarias a la terapia intensiva hoy están presentes y si le agregamos una bomba termonuclear como el coronavirus no hay nada que alcance».

En las últimas horas trascendió que Santa Fe negocia con otras provincias para derivar pacientes: «Hay trabajos con el norte de Buenos Aires, Córdoba y con Entre Ríos. La verdad que es muy difícil cargar a estos pacientes, son muy críticos para subirlos a una ambulancia y trasladarlo por ruta 200 kilómetros, es probablemente que le hagamos más mal que bien. Quienes podríamos a llevar a esas localidades son pacientes que no ocupan salas de terapias».

«Es una decisión muy difícil restringir todo, la Argentina está en una situación social y económica crítica. Supongamos que si apretamos el «botón rojo» vamos a pasar un mes muy mal hasta que esto impacte. Bajar los contagios es una responsabilidad poblacional y cívica, no es una medida epidemiológica de un gobierno o de un grupo de responsables. Bajar los contagios es una medida de todos», concluyó.