Las bajas temperaturas golpean con fuerza a los más vulnerables, aquellos que no tienen ni techo ni paredes para contener el viento frío que castiga y penetra en lo más profundo de la piel, sin piedad alguna. Los veteranos de guerra saben de eso. Conocen el pasar, también lloraron con las manos entumecidas quizás recordando aquellas tristes épocas nace su convicción de ayudar, de no olvidar a quienes más sufren. De servir, una más, por el país y en este caso servir, también, un plato caliente de comida.
Por eso de lunes a viernes un camión conducido por ex combatientes de Malvinas sale cada vez que el sol se esconde para darle algo de contención a quienes menos tienen, a personas en situación de calle que esperan ansiosos por su ración caliente de comida. Alguna compensación mínima pero sincera y llena de amor.
Rosario Nuestro acompañó a esos héroes en su recorrida. Preocupados, cuentan que la demanda fue en aumento en los últimos años Y de 20 personas que armaban una fila para recibir un nutritivo alimento ahora son 40 y la cifra sigue subiendo. Pese a todos los contratiempos, no se trata de un acto mecánico de ayuda detrás se entremezclan abrazos, historias y nacen amistades.
