El fenómeno de Leda Bergonzi sigue creciendo y hace estragos no solamente en Rosario, sino también en todo el país y hasta llegó hasta más allá de la frontera. Miles de fieles se congregan todos los martes para esperar por la misa de la mujer y esperan recibir sus dones sanadores.
El boom de la sanadora fue tan grande que aumentó la demanda del turismo religioso, que ya viene desde hace muchos años por la presencia del Padre Ignacio en barrio Rucci.
Juan Carlos Ferreyra de VD Turismo, empresa de Buenos Aires que realiza viajes a Rosario desde hace 16 años al Padre Ignacio y ahora ofrecen la visita a la ex Rural para ver a Leda, dialogó en Radio La 100 de la ciudad para detallar la reacción del mercado tras la trascendencia de la mujer de 43 años.
«Nosotros nos dedicamos a viajes religiosos todos los fines de semana por lo del Padre Ignacio y, cuando sucedió lo de Leda, empezamos a organizar traslados porque teníamos mucha demanda. Cada martes iba creciendo un poco más y cada semana se van modificando cosas para llegar a esta masividad», explicó el titular de la empresa de turismo.
Ferreyra admitió que «la gente llega con una necesidad tremenda y creo que los colaboradores de Leda van absorbiendo todas estas cosas»
«Hay personas que viene de Chile hasta Buenos Aires para ir exclusivamente para visitar a Leda y después se vuelve», deslizó el hombre en el programa La Tarde de la 100.
«La gente vuelve muy contenta. Con mucha fe y esperanza. Nosotros hacemos el contacto con la gente y todos saben que se van a ir mejor pero quieren regresar a los 15 días», expresó.
«El costo del viaje sale 13 mil pesos incluida ida y vuelta en micros de turismo de larga distancia y cada uno de ellos va con un coordinador que acompaña a la gente también en la estadía con sillas incluidas para descansar con todo el tiempo de espera. Tenemos en total 9 micros que salen todos los martes y reserva hasta fin de año. En cada uno entran 58 personas», informó el titular de la compañía de viajes bonaerense.
«Sucede como en el Padre Ignacio. Todos cuentan sus experiencias en el viaje. A mucha gente le sucede que cuando Leda les da la bendición se desmayan por la energía transmitida. Lo que reciben es muy grande y nosotros como intermediarios escuchamos a las personas para tener nuestras propias conclusiones», concluyó.
