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viernes 29 de marzo del 2024

El dueño de un emblemático bar de Rosario aseguró que abrir «sin llegar al 80% de ocupación no conviene»

El comerciante explicó que la situación varía dependiendo la cantidad de empleados que tenga el local. Tras el visto bueno de Nación, el municipio puso el freno y evalúa antes de reglamentar la actividad.

Después de la autorización del gobierno nacional para la vuelta de una serie de actividades en el Gran Rosario y el Gran Santa Fe por un pedido del gobernador Omar Perotti, la decepción se apoderó de parte del sector gastronómico local, que vio frustradas sus expectativas de reabrir los bares y restaurantes para la atención de clientes en los salones, tras la presentación de un protocolo ante las autoridades. Es que el decreto provincial, publicado este miércoles en el Boletín Oficial, sólo formalizó la modalidad take away– para llevar-, una práctica que los comerciantes ya venían desarrollando. Sin embargo, para algunos representantes del rubro, el retorno bajo las medidas sanitarias que exige la pandemia, con la ocupación al 50 por ciento de los lugares, no sería conveniente.

En ese marco, Leo Santero, propietario de uno de los locales emblemáticos del rubro en la ciudad, Gran Chopp, cuya sucursal principal funciona en Avenida Pellegrini y Presidente Roca, dialogó con Rosario Nuestro. “Tengo entendido que hay que esperar hasta el 6 de junio para ver cómo se desarrolla la enfermedad en Rosario y a partir de ahí se tomará una decisión. Municipalidad apeló a Provincia y Provincia a Nación, para pedir la apertura de los bares con todas las cuestiones protocolares que ya se han presentado”, expresó.

“La situación es diferente para cada gastronómico dependiendo del tamaño de cada bar. En el caso de un negocio de estas características, el costo para abrir las puertas es muy alto, entonces tenés que evaluar si conviene o no abrir. Aparte abrirnos en un período invernal, entonces tenes que calcular el costo de la calefacción”, remarcó y precisó: “Si abrís ahora pero no llegas a un 80 por ciento de ocupación, no te conviene abrir”.

Con respecto a las normativas de sanidad que ya vienen debatiendo desde hace mucho tiempo y están listas para cuando toque la reapertura, Santero dijo: “La única cuestión particular que tiene el protocolo para los gastronómicos es el tema de dejar los datos (NdR: a modo de prevención por si se detectan posibles casos de coronavirus), que puede ser medio chocante para el cliente, todos las demás cuestiones son de limpieza e higiene que no escapa de la lógica normal. No es un protocolo imposible de cumplir”.

En referencia a la modalidad de envíos a domicilio, la alternativa principal que les quedó a los comercios gastronómicos para seguir teniendo una fuente de ingreso, remarcó: “El que no tenía desarrollado el delivery, no lo podés desarrollar en un mes, esa es la realidad. Es un negocio con muchas aristas y no todos lo han podido desarrollar. En nuestro caso, siempre se trabajó bien en el delivery y es algo fuerte en nuestra estructura, pero no es la misma situación  para todos los gastronómicos”.

“Es una situación muy compleja para todos, se necesita volver a la normalidad. Abrir para que te vengan diez personas el principio del fin, en realidad se necesita volver a la normalidad”, concluyó Santero.

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