El coronavirus no solo se cobró la vida de miles y miles de personas a lo largo del mundo sino que generó una crisis económica a nivel mundial. Los gobiernos de varios países se vieron obligados a tomar medidas drásticas de aislamiento para evitar la propagación del virus. Esa decisión provocó un parate en la economía y particularmente en la Argentina la situación se está volviendo angustiante.
Si bien con el correr de los días, provincias, municipios y comunas fueron flexibilizando la cuarentena para reactivar el comercio, el Gran Rosario es una de los sectores del países que todavía debe esperar por la densidad de población que se registra en la región.
Hartos de no ver ingresos y de solo cubrir gastos, este martes comerciantes de las galerías del centro de Rosario se concentraron en Córdoba y Mitre para pedir subsidios. «Queremos ayuda, hace 45 días que estamos sin trabajar, sin ingresos. No tenemos la empatía del administrador que cobra las expensas que son carísimas, a nadie le preocupa cómo podemos sobrevivir o si tenemos para comer. Cero ingresos, no nos entran un peso», relató crudamente la dueña de un local.
«No somos aptos para créditos a tasa cero, no tenemos ayuda, estamos fundidos. La pregunta es por qué no se nos ayuda a nosotros que somos los verdaderos laburantes, que atendemos nuestros propios comercios… ¿será porque estamos en el centro que no tenemos ayuda? Veníamos trabajando 12 horas por día, los últimos malos ya fueron muy malos y ahora ya no tenemos casi para sobrevivir», dijo angustiada la mujer.
Sobre el reclamo puntual, precisó: «Necesitamos un subsidio, que se condonen los servicios provinciales y acceder al crédito por tasa cero».
Otra comerciante también habló ante los micrófonos de Rosario Nuestro y señaló: «¿Por qué nos cobrarían el agua, la luz, los servicios si no lo hemos utilizado? Queremos que lo quiten. Hace 20 años que trabajo, necesito trabajar, nada más que eso».
«A todo el mundo le dan subsidios y a la clase media que somos los que movemos el país nadie nos ayuda. Queremos trabajar, seguir con la vida normal, que la gente grande y niños se queden adentro y la gente sana que trabaje», concluyó la trabajadora.
