Lo que parecía puro placer se convirtió en una pesadilla. Es que centenares de argentinos que fueron de vacaciones a Perú quedaron varados a raíz de la decisión intempestiva del gobierno de ese país de cerrar las fronteras por la propagación de la pandemia del coronavirus. De este modo, el miedo y la psicosis colectiva se suman a la angustia de estar lejos de casa.
«El gobierno peruano ordenó el pasado domingo el cierre de todas las fronteras con toque de queda, lo que hizo que muchos militares salieran a la calle y la gente entró en una especie de pánico», explicó Carla, una rosarina cercada en Cusco.
La joven se mostró angustiada y al mismo tiempo sorprendida por su situación personal y la del resto de los turistas. «Nos sorprendió la forma y la desprolijidad de la medida, ya que en este momento no podemos cambiar los pasajes”, apuntó y sentenció: “Somos rehenes ya que no sabemos cómo volver y no nos dan respuestas de que manera hacerlo”.
Además consideró contraproducente la medida adoptada por Perú porque al no poder salir tanto argentinos como otros turistas se encuentran hacinados violando los protocolos de prevención contra el virus.
Con respecto a la falta de atención por parte del gobierno peruano, Carla remarcó: «Intentamos llamar y tocar la puerta a funcionarios de consulados pero no nos contestaron. Ahora que hay militares en la calle intentamos salir lo mínimo posible».
Sobre el final de la charla, contó que para mitigar el mal trago comenzó a juntarse con otros argentinos . » Pudimos entre todos armar una cadena y llegar a muchos medios de comunicación y al gobierno de Alberto Fernández, quién nos prometió tomar cartas en el asunto . Esperemos que dicha respuesta sea lo más pronto posible para que podamos volver «, concluyó .
