20°
jueves 28 de marzo del 2024

El dolor, la bronca y la esperanza de los familiares

La Armada Argentina brindó el jueves una de las peores conferencias desde que desapareció el submarino ARA San Juan. La información fue la peor, tal vez no la menos esperada, pero sí la última que quería escucharse: ya no se rescatará, ya no habrá salvamiento de personas, el tiempo transcurrido es más que el considerado para la supervivencia. Y así como todo el país entró en duelo, la peor se parte, obviamente, se la llevaron los familiares y amigos de los 44 tripulantes. En ese marco, los que quisieron declarar fueron contundentes y, entre la bronca y el dolor, apareció una exigencia: no abandonen la búsqueda de nuestros seres queridos.

«Queremos los cuerpos, que se comprometan a encontrarlos. Al ministro Aguad le dijimos que se comprometan a rescatarlos y nos dijo que no nos puede garantizar nada», dijo a la prensa Marcela Fernández, esposa del suboficial Alfredo Sánchez. «Estamos muy disconformes con su respuesta. Así como los llevaron, queremos que los traigan, no tienen que parar la búsqueda».

Marcela Fernández no fue la única que habló y se manifestó, con el dolor, frente a las cámaras de todo el país que también son las del mundo. La jujeña Inés Mendiola -tía del cabo primero Leandro Cisneros- señaló a Télam: «Estamos esperando que nos regresen algo, no nos vamos a ir con las manos vacías. Yo tenía un sobrino que era el orgullo de la casa y lo seguirá siendo porque era un sol».

También se sumó la esposa de uno de los 44 tripulantes del Submarino Ara San Juan, “Alicia”, que pidió utilizar un nombre falso para preservar su identidad.  La mujer dialogó con el periodista Luis Novaresio y contó todo, incluso que le rogó a su marido y padre de sus tres hijos que no fuera a navegar, que ella sabía que la nave «no estaba en condiciones» y que ya pidió a la jueza que la cite a declarar.

«Por favor, no suspendan la búsqueda, nosotros no los damos por muertos, puede haber una esperanza de vida todavía», comenzó la mujer su diálogo con Luis Novaresio, en radio La Red. Su entrevista estuvo colmada de dos sensaciones: tristeza y enojo hacia las autoridades nacionales, de defensa y de la propia Armada, a quienes les pidió que «den la cara».

Alicia aseguró que la tragedia era algo que «tarde o temprano iba a pasar». «No quería que navegara, él tenía que estar conmigo. Le pedí por favor que no vaya, era un suicidio ir a esa navegación. Yo le rogué», dijo. Y, desbordada por el llanto, agregó: «Él no me hizo caso porque quería estar con sus compañeros, todos sabíamos que era un suicidio, que tarde o temprano iba a pasar».

«Le pedimos por favor al Presidente que dé la cara, nadie dio la cara y nos llamaron para ir a la base para un comunicado que vimos por televisión», continuó la mujer, que considera que a los familiares los «toman como unos ignorantes».

Las declaraciones se sucedieron y seguirán siendo con el paso de los días y la incertidumbre. Entre la bronca y el dolor, muchos familiares comienzan a exponerse, hablar, contar, y reclamar con la finalidad de sensibilizar a los funcionarios y la Armada Argentina.

El Gobierno, por su parte, ratificó el compromiso de seguir buscando el submarino ARA San Juan hasta agotar todos los recursos, en respuesta a los familiares de los 44 tripulantes que pidieron pruebas concretas del hundimiento, mientras sigue el rastrillaje en aguas del Atlántico Sur, con la colaboración de varios países.

La ratificación fue durante una reunión de una hora entre el ministro de Defensa, Oscar Aguad, y los familiares directos de la dotación del submarino.  Fue en una reunión tensa, colmada de gritos y acusaciones. Pero además, el presidente Mauricio Macri había prometido grabar un video a los familiares y sobre la noche del viernes todavía no había novedades al respecto. Eso avivó el malestar entre los presentes.

Quiénes son los 44 tripulantes del ARA San Juan