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jueves 25 de abril del 2024

El difícil arte de amar

“Prácticamente no existe ninguna otra actividad o empresa que se inicie con tan tremendas esperanzas y expectaciones y que, no obstante, fracase tan a menudo como el amor” dice Erich Fromm en su emblemático libro en el cual plantea al amor como un arte, y no meramente como una sensación placentera con la cual tropezamos si tenemos suerte.

En su obra Fromm plantea tres premisas de que sustentan la creencia de que no hay nada que aprender acerca del amor. La primera es creer que el problema del amor consiste en ser amado, y no en amar. La segunda suposición es la de que el problema del amor es el de un objeto, no el de una facultad como capacidad para amar, las personas creen que amar es sencillo y que lo difícil es encontrar el objeto adecuado, en lo posible en los míticos términos del amor romántico. El tercer error reside en la confusión que existe entre la experiencia inicial de enamorarse, y la situación de permanecer en el amor.

Sus postulados de la década del ’60 tienen plena vigencia hoy más que nunca, ya que además se han sumado algunos factores agravantes como la vertiginosa aceleración del ritmo de vida y la aparición de las nuevas tecnologías de la comunicación y la información.

Pensar en el amar como un arte, implica entender que, como para el dominio de todo arte, se requiere de conocimiento, práctica y esfuerzo, fundados en una decisión y sostenidos en el compromiso de priorizar, de dar importanciaal igual que, o incluso por sobre, otras cosas de la vida. Ninguna actividad o proyecto que emprendamos se desarrollará en todo su potencial sin dedicarle atención, tiempo y energía suficientes, pues en un proyecto de pareja ocurre lo mismo. Nos enseñaron a pensar que el amor todo lo puede, y que por lo tanto con el sentimiento es suficiente. Pero sigo repitiendo junto a Aaron Beck , que con el amor no basta.

La otra trampa en la que es importante no quedar atrapados, es la de la posesión. En la lógica de la propiedad privada surgen expresiones de posesividad como el “soy tuyo” o “sos mía”, que lejos de ser una manifestación de amor, denotan una circulación de poder que somete, y muchas veces incluso, daña. Se nos plantea entonces el gran desafío de amar sin poseer.Recuerdo en mi adolescencia, y particularmente en el contexto social de mi adolescencia, lo enigmática que resultaba para mí la expresión de un tema de mi admirado Sting “If you love someone, set them free” (si amas a alguien, déjalo libre). Tal vez se trate de eso, crecer y transformarse dentro de una relación, con respeto y libertad, en la forma singular que cada uno quiera y pueda construir el difícil arte de amar.

 

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[1] Fromm, E. (1959) El arte de amar. Paidós. Madrid

[1] Beck, A.  (1990) Con el amor no basta. Paidós. Madrid