100 dÃas para enamorarse es el éxito televisivo del momento. Una de las calves para entender el suceso es el abordaje de temas reales como la monogamia, la discriminación, el bulllying, el acoso y la identidad de género. El personaje de Maite Lanata que encarna a una joven que no se siente cómoda con su cuerpo, se convirtió en uno de los más queridos del ciclo. En el último capÃtulo, su mamá, Nancy Dupláa, descubre que Juani se faja los pechos y decide preguntarle por qué.
«No quiero pelear con vos, quiero saber qué te pasa. Estoy preocupada por vos, me pasa eso, pero vos de un tiempo a esta parte decidiste no hablar conmigo, no participarme, no confiás en mÃ. Yo ya te juro no sé qué hacer para modificar todo el mal que te hice, no encuentro respuestas, pero quiero decirte que vos sos lo mejor que yo hice en la vida, pero vos me tratás como si yo ni siquiera sirviera como mamá», expresa Nancy en la piel de Antonia a corazón abierto.
Como a cualquier adolescente, a Maite, en pleno proceso de búsqueda de su identidad, le cuesta hablar con su mamá por sentirse algo invadida. Un fragmento de un tema que merece ser tratado y que promete seguir atravesando el alma de los televidentes cada noche.
