Este viernes amaneció cálido (24,1 grados y 87 por ciento de humedad), con algunas nubes y un leve viento norte que amagaba con generar inestabilidad. Sin embargo el día se presentó con un fuerte sol acompañado de un cálido y húmedo viento norte.
Con una máxima que llegó a los 36 grados y una térmica por arriba de los 40 la ciudad se convirtió en un hervidero difícil de transitar si sentir el feroz cansancio que provoca el arduo calor.
El meteorólogo Oscar Monjelat dialogó con Rosario Nuestro e informó que este sábado llegaran las tormentas que se mantendrán hasta el lunes y que después traerá una bocanada de aire fresco.
Sobre el motivo de estas temperaturas Monjelat argumentó que “no debemos olvidar que estamos en verano”. En consonancia dijo que “hay situaciones que favorecen el ingreso de aire caliente a la región”, como un anticiclón muy poderoso desde el centro sur de Brasil lo que genera constantemente una gran masa de viento norte que, combinado con la alta tasa de humedad de esta región, genera este tipo de condiciones.
El meteorólogo justificó sus dichos diciendo que son situaciones totalmente normales y que se debe a que estamos atravesando un verano muy húmedo, “dentro de este marco de un Niño que se desenvuelve o no se desenvuelve”.
Por otra parte sostuvo que no siempre el mes de enero ha sido el más cálido, también hubo diciembres y febreros con altas temperaturas. “Esto no se debe al cambio climático son situaciones comunes de esta región, justamente porque estamos en una zona de transición. Por ejemplo, un centro de alta presión ejerce una fuerza de bloqueo e ingresa mucho más aire caliente del que estamos acostumbrados y las temperaturas se elevan mucho”, agregó.
