Escenas inapropiadas en el contexto de una reunión parlamentaria, micrófonos abiertos que permitieron escuchar expresiones ajenas al debate, discusiones subidas de tono y hasta una gigantografía de un senador, fueron parte de la dinámica de las sesiones virtuales del Congreso, que sorprendieron a más de un legislador no avezado con las cuestiones tecnológicas.
La situación más polémica fue la que protagonizó peronista salteño, Juan Emilio Ameri (Frente de Todos), a quien se vio en una sesión por videoconferencia a los arrumacos con una mujer a la que le besó un pecho mientras se discutía un proyecto de Ley para renegociar las deudas de varias provincias con el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de Anses.
La situación fue advertida por varios diputados y en esa misma sesión se dispuso su suspensión provisoria, que horas después derivó en la renuncia presentada por el propio legislador y aceptada por la mayoría de la Cámara.
Otra situación la vivió el santafesino del PRO Luciano Laspina, quien, en el marco de una reunión virtual de la Comisión de Presupuesto, se levantó para cambiarse de ropa pero cometió el desliz de olvidarse de apagar la cámara, por lo que se lo vio con parte del torso desnudo.
«No advertí que tenía la cámara prendida. Por suerte sólo se ve un brazo», tuiteó Laspina en respuesta a los comentarios en redes sociales con su imagen viralizada.
En cuanto a camisas y distracciones, en una de las sesiones remotas, el titular de la Cámara baja, Sergio Massa, convocó a que emitiera su voto al radical chaqueño Gerardo Cipolini, y, mientras lo nombraba, se escuchó del otro lado la voz del diputado diciendo: «La foto esa que me sacaste en camisa mejor».
Tras haberlo registrado como «Ausente a la hora de votar», el presidente del cuerpo remató: «Hay uno que se estaba sacando foto en camisa con el micrófono abierto».
En una de las última sesiones, en tanto, se escuchó el audio de una diputada diciendo «la puta madre» en el momento en que no se intentaba que se registrara su voto.
En la sesión mixta en la que se trató el proyecto sobre los fondos por el traspaso de la policía a la Ciudad de Buenos Aires, fue la diputada oficialista María Rosa Martínez quien padeció los problemas con la tecnología.
«La ‘concha de la lora’, toda la noche despierta al pedo», expresó la legisladora por la provincia de Buenos Aires, al lamentarse por las dificultades para conectarse.
«Diputada Martínez, la estoy escuchando. Apague la cámara a los efectos de tener mejor señal», le recomendó Massa con una sonrisa, en respuesta al insulto escuchado claramente por el audio oficial.
En una de las sesiones remotas de agosto, en tanto, el presidente de la Cámara le dio la palabra al cordobés Luis Juez, pero éste no respondía y de fondo se lo escuchaba en un diálogo con otra persona.
Ante es situación, una diputada oficialista espetó: «Está en TN», en referencia al canal de noticias.
«El diputado Luis Juez está en una entrevista periodística pero está ausente a la hora de votar», dijo Massa al certificar la posición del diputado por Córdoba.
Finalmente, Juez no votó, y al día siguiente aclaró: «Estos muchachos no tienen límite, yo voté. Justo me llamaron periodistas, me estaban pidiendo el voto, y yo estaba por el mismo celular hablando con periodistas».
En el Senado, en tanto, la situación más llamativa la experimentó el senador macrista Esteban Bullrich, que en un momento en que le dieron la palabra detrás suyo se veía una silueta de cartón con una foto de su imagen en escala real, que había colocado durante el debate de la reforma judicial para poder ausentarse circunstancialmente.
«Yo apago la cámara porque en mi casa somos siete personas. La prendo cuando voy a hablar, pero en todo momento estoy escuchando lo que pasa. Había puesto una foto antes, un fondo virtual, y por eso quedó la imagen», admitió el senador del PRO.
