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viernes 29 de marzo del 2024

El Balón de Oro 1986: debió ser para Maradona y terminó siendo el menos recordado de la historia

Hasta 1995 la distinción era para jugadores europeos, por lo que el año que Diego brilló en el Mundial de México se lo otorgaron un futbolista de mucho menos jerarquía.

Desde su primera edición en 1956, el Balón de Oro que entrega la revista France Football (entre 2010 y 2015 fusionado con FIFA) sostuvo una gran injusticia durante casi cuatro décadas: sólo lo podían ganar jugadores europeos y que se encuentren en ligas del viejo continente.

Esto cambio en 1995 cuando se empezó a permitir que futbolistas de distintas nacionalidades de todo el mundo pudiesen obtener la distinción. De hecho, ese año el premio fue para George Weah, nacido en Liberia, y que por aquella época brillaba en el Milan de Italia. El primer sudamericano en lograrlo fue el brasileño Ronaldo en 1997, algo que repitió en 2002. Hasta el momento, también lo consiguieron sus compatriotas Rivaldo (1999), Ronaldinho (2005) y Kaká (2007), como así también el rosarino Lionel Messi (2009, 2010, 2011, 2012 y 2015), que se quedaría con el de 2019 llegando al récord de seis y superando al portugués Cristiano Ronaldo.

Por lo tanto, el debate está instalado sobre cuántos hubiesen ganado Diego Maradona o Pelé, quienes recibieron el Balón de Oro honorífico en 1995 y 2013 respectivamente. Esta misma distinción especial la recibió Alfredo Di Stéfano en 1989, aunque el argentino también lo había ganado en 1957 y 1959, ya que contaba con la nacionalidad española.

Quizás podría haber discusión en algunos años, pero no hay duda alguna que el de 1986 tendría que haber sido para Maradona de no haber existido la restricción para aquellos que no nacieron en Europa. Pelusa tuvo en México un Mundial notable donde anotó cinco goles en total, uno elegido como el mejor de la historia (a Inglaterra en cuartos de final), otra enorme jugada para uno de sus dos tantos ante Bélgica en semis y la asistencia magistral a Burruchaga para el tanto de la consagración albiceleste frente a Alemania.

En ese caso la votación hubiese sido un mero formalismo, pero como el 10 argentino no podía participar de la misma, hubo que encontrar una nueva figura que se quede con el trofeo. Dos goleadores parecían ser buenos candidatos: el inglés Gary Lineker fue el máximo artillero de la Copa del Mundo en tierras aztecas con 6 gritos, mientras que el español Emilio Butragueño fue pieza clave de los títulos del Real Madrid en la temporada 1985/86, la Liga y la Copa UEFA.

De todos modos, no había una estrella europea que se imponga claramente sobre el resto y más aún porque el Steaua Bucarest fue campeón de la Champions, pero Rumania no clasificó al Mundial y sus principales jugadores no pudieron lucirse en México. Sin embargo, el Balón de Oro no fue para Butragueño, tampoco para Lineker, sino que fue quizás para el ganado menos recordado: el ucraniano Igor Bélanov. 

¿Qué hizo para quedarse con semejante premio? Demasiado poco para sumarse a la lista de notables figuras que tienen en sus vitrinas personales este trofeo. En ese 1986 ganó con el Dinamo de Kiev la Recopa de Europa, siendo goleador del certamen con cinco tantos, al igual que otros tres jugadores, entre ellos sus compañeros Oleg Blokhin y Oleksandr Zavarov. En la Copa del Mundo, representando a la Unión Soviética, se recuerda su hat-trick ante Bélgica en octavos de final, en lo que fue derrota 4-3 y eliminación.