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jueves 25 de abril del 2024

El ajuste ya llegó

El plan de ajuste que todos imaginan que viene de la mano de la llegada del FMI ya llegó. No busquen más. La disparada del dólar va a generar una pérdida feroz del poder adquisitivo y es la elección que tuvo el gobierno de Mauricio Macri para apretar aún más las clavijas.

No podemos pensar que se puede seguir achicando el Estado. Hay poco margen para que eso se pueda lograr, ya que el 80% de los gastos se van en salario, jubilaciones y pensiones, y Asignaciones sociales. Por eso, no hay otra salida que la de devaluar la moneda, hacer frente al vencimiento de Lebacs y seguir con el rumbo económico actual.

Es inimaginable pensar un futuro a mediano plazo con este nivel de tasas de interés, con esta volatilidad del dólar y con esta, sobre todo, inestabilidad política. La idea es que esta semana sea la última de turbulencia, que llegue el salvavidas del Fondo Monetario Internacional, y a partir de ello empezar a enderezar el barco que perdió el rumbo por errores propios más que por herencia.

Los salarios cerraron en un promedio de 15% de aumento, impensado a esta altura del año. Y todavía falta que impacte en las góndolas toda esta variación de la divisa norteamericana, que ya supera el 30 % en un mes. Las casas de cambio y los bancos están desorientados y hasta en algunos casos no venden hasta que se estabilice la operatoria.

Macri no pega el volantazo que se esperaba. El porqué tiene que ver con que  sus ministros están haciendo lo que él espera que hagan, si no no se entiende. Dujovne y Caputo apuntan al súper martes 15, y a partir de eso se verá. Si sale ileso el gobierno después de esta crisis – quizás la más difícil desde que asumieron en diciembre de 2015 – seguirá su rumbo. Pero el Presidente no dará el brazo a torcer fácilmente.

Por terco, por tozudo o por convencido, Macri cree que esta es la salida a las eternas crisis argentinas. Ahora, solo vemos repetir el pasado que ya vivimos en muchos casos, y hasta nos duele leer que el FMI volverá a estar al mando de nuestra economía. Sin embargo no tenemos muchas líneas para poder opinar sobre tal relación, ya que no se han dado a conocer los detalles del acuerdo.

Por lo pronto, después de este sacudón de los mercados, la imagen de Macri se sigue desplomando y hasta gente de su entorno indica que “ya resignó su reelección con tal de sacar esto adelante”. Hasta se piensa en su sucesora oficialista María Eugenia Vidal adelantando el lanzamiento de su candidatura prevista para el 2023 en un principio.

La crisis es política, más que económica. Pensar que la credibilidad como país se ganaba solo con Macri sentado en el sillón de Rivadavia fue un grave error, como también que la solución a estos problemas es la vuelta de Cristina Fernández de Kirchner. No hay que olvidar que antes de que asuma el actual gobierno ya teníamos un déficit galopante, una inflación altísima y una parálisis de la economía que tenía 4 años de estancamiento.

Lo cierto es que las cartas van a estar sobre la mesa después del martes. Y mientras tanto hay que decir lo que es evidente: el ajuste es la devaluación. Lo demás es maquillaje.