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viernes 19 de abril del 2024

El 2020 de Messi, el año del vuelco inesperado en su carrera: enjaulado en Barcelona y feliz en Argentina

En 16 años que lleva como profesional, jamás el rosarino pasó un año tan convulsionado como este en el equipo culé. Se peleó con el expresidente Bartomeu, que no lo dejó irse. La paz la encontró jugando en la Selección.

El 2020 fue para Lionel Messi el año en el que se produjo un inesperado vuelco en su carrera. Por primera vez en sus 16 años como futbolista profesional, tuvo la fuerte convicción de irse del Barcelona, se peleó públicamente con el ahora expresidente, Josep Bartomeu, que le impidió marcharse cuando tenía todo listo para sumarse al Manchester City de Pep Guardiola. También se cruzó con Eric Abidal, quien luego dejó su cargo de secretario técnico, porque el francés ventiló internas con el exentrenador Ernesto Valverde. La paz, como nunca antes, la encontró en las convocatorias en la selección argentina que comenzó su camino rumbo al Mundial de Qatar 2022.

Desde el inicio mismo del año todo fue patas para arriba, en el cada vez más pronunciado declive futbolístico del Barsa en los últimos años con eliminaciones estrepitosas en Champions League. «La verdad es que llevamos desde enero hasta ahora con problema tras problema. Lo que necesitamos es tranquilidad y pensar en fútbol, pensar en los partidos e intentar de crecer”, declaró el astro argentino en una entrevista al diario español Mundo Deportivo en febrero. Y adelantó: «Por lo menos aislarnos nosotros porque si no van a ser meses complicados”.

Sobre su cruce con Abidal, la Pulga señaló aquella vez: “Me molestó que lo dijera una persona del club, un secretario técnico, que ponga a los jugadores en medio de una destitución como era la del míster me pareció una locura. Por eso salí a aclararlo, sabía que no podía dejar pasar que el director deportivo me atacara de esa manera.

En mayo, ya en plena pandemia, Messi anticipó que como venía funcionando el equipo que dirigía Quique Setién, no iban a poder levantar el máximo trofeo continental, y de hecho hasta se quedaron sin Liga de España, ante un Real Madrid que se las arrebató tras el párate. «Hoy por hoy no nos alcanza como estamos para ganar la Champios», afirmó el capitán de la Selección en una nota que dio al medio Sport. «Jugando como veníamos jugando los últimos partidos antes del parón parecía claro que no nos alcanzaba para ganar la Champions. Nunca dudé de la plantilla que tenemos y no tengo duda que se puede ganar todo lo que queda, pero no jugando de esa manera que veníamos jugando», aclaró ante la polémica que ya se había instalado con el entrenador.

Otro cortocircuito de Leo en Barcelona se dio en junio cuando el equipo no lograba levantar su nivel, los resultados no se daban y la Liga empezaba a escaparse pese a quedar punteros antes del paréntesis por el coronavirus. En medio de un partido ante Celta en Vigo, que fue empate, el rosarino discutió con Eder Sarabia, ayudante de campo de Setién. “Yo tampoco era un jugador fácil. Lo que tenemos que tratar es de convencer a todos de la idea común. Yo lo entiendo como algo natural. Hay una comunicación buena y por eso no le doy ninguna importancia. No pasó nada especialmente. Fue una indicación y ya está”, dijo el técnico sobre ese episodio restándole importancia.

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Como no podía ser de otra manera, todo ese caos interno en el club catalán terminó con una derrota que aún les duele a todos los hinchas culés cuando el 14 de agosto pasado el Bayern Munich goleó al equipo de Messi 8-2 en Lisboa por los cuartos de final de la Champions que terminaría consiguiendo el equipo alemán. Fue fin de ciclo para Setién, varios referentes incluidos Luis Suárez, íntimo amigo del crack argentino, y la gota que rebalsó el vaso para que el 10 decidiera dejar el único club en el que jugó hasta ahora.

Tras esa verdadera tragedia futbolística, llegaron semanas de rumores de todo tipo sobre el futuro de Messi. Manchester City picó en punta para quedarse con el rosarino tras conocerse que quería dejar Catalunya, pero también se mencionó a Paris Saint-Germain, Manchester United e Inter como posibilidades, y hasta los hinchas de Newell’s se ilusionaron y realizaron caravanas en Rosario para tratar de conmover al astro. Sin embargo, cuando todo estaba dado para su partida para reencontrarse con Guardiola y jugar junto a su amigo Kun Agüero, Barcelona lo enjauló.

Finalmente, el 4 de septiembre, la Pulga comunicó de forma oficial que se quedaba en el club catalán, no por su decisión sino porque no le quedaba otra. El aún presidente por aquel entonces, Josep Bartomeu, lo puso contra la espada y la pared, y lo obligó a cumplir su contrato hasta mediados de 2021. De lo contrario, podría haber comenzado un juicio hiper millonario y que se iba a extender mucho en el tiempo. «No vino a causa del resultado de Champions ante el Bayern, la decisión llevaba pensándola mucho tiempo. Se lo dije al presidente y bueno, el presidente siempre dijo que yo al final de temporada podía decidir si me quería ir o si me quería quedar y al final no terminó cumpliendo su palabra”, aclaró Messi en una entrevista exclusiva que le dio a Goal. 

Sufrí mucho este año y pensé en dar un paso al costado”, confesó Messi y arremetió contra la directiva blaugrana: “Hace tiempo que no hay proyecto ni hay nada, se van haciendo malabares y van tapando agujeros«. Además, en cuanto a cómo tomaron la chance de marcharse en su entorno íntimo, señaló: «Cuando le comuniqué esto a mi mujer y mis hijos fue un drama bárbaro. Toda la familia llorando, mis hijos no querían irse de Barcelona, ni querían cambiar de colegio. Miré más allá y quiero competir al máximo nivel, ganar títulos, competir la Champions. La puedes ganar o perder, porque es muy difícil, pero hay que competir».

El astro rosarino disparó contra Bartomeu: «Le dije al club, sobre todo, al presidente, que me quería ir. Se lo llevo diciendo todo el año. Creía que era el momento de dar un paso al costado. Creía que el club necesitaba más gente joven, gente nueva y pensaba que se había terminado mi etapa en Barcelona sintiéndolo muchísimo porque siempre dije que quería acabar mi carrera aquí. Fue un año muy complicado, sufrí mucho dentro de los entrenamientos, en los partidos y en el vestuario. Se me hizo muy difícil todo y llegó un momento que me planteé buscar nuevos objetivos, nuevos aires. No vino a causa del resultado de Champions ante el Bayern, la decisión llevaba pensándola mucho tiempo. Se lo dije al presidente y bueno, el presidente siempre dijo que yo al final de temporada podía decidir si me quería ir o si me quería quedar y al final no terminó cumpliendo su palabra».

Tras la explosión mediática que representó la decisión de Messi de irse, la vuelta atrás obligado a cumplir su contrato, comenzó una nueva temporada con el holandés Ronald Koeman como técnico, en donde el equipo no logró enderezar su rumbo, deambula lejos de la cima en la Liga y si bien clasificó a octavos de final de la Champions (enfrentará a PSG), tampoco mostró su mejor versión. Hasta los números del 10, pese a que superó el récord de Pelé como máximo goleador en un solo club, tampoco fueron los que solía tener.

De cara al mercado de junio 2021, en el que por ahora saldrá libre porque está lejos de renovar, aunque habrá que esperar qué deparan las elecciones en Barcelona, Neymar sueña con tener de compañero al crack albiceleste en Paris Saint-Germain, mientras que el City tampoco se bajará de la pelea en caso que esta vez sí, el zurdo pegue el portazo definitivo y deje de vestir la camiseta blaugrana.

La paz, tranquilidad y felicidad, en la Selección

La pandemia también postergó el inicio de las Eliminatorias, que estaban previstas para marzo, y suspendió la Copa América Argentina-Colombia que pasó para mediados de 2021. En octubre, la clasificación rumbo al Mundial 2022 se retomó y pese a que se llegaron a jugar apenas cuatro partidos, para Messi fueron un verdadero alivio a todo el caos que vivió en el conjunto culé.

El jueves 8 de octubre el equipo que dirige Lionel Scaloni arrancó su camino con victoria 1-0 ante Ecuador en la Bombonera con gol del capitán de penal. Cinco días más tarde, el elenco albiceleste se llevó una importante victoria de la siempre difícil altura de La Paz cuando venció 2-1 a Bolivia por las conquistas de Lautaro Martínez y Joaquín Correa. En noviembre, el 12, Argentina igualó 1-1 ante Paraguay por el gol de Nicolás González (a la Pulga le anularon el tanto que pudo ser de la victoria, a instancias del VAR). Para culminar con 10 puntos sobre 12 jugados, el martes 17 el seleccionado se impuso 2-0 a Perú con tantos de González y Lautaro.

Al rosarino se lo vio contento, enchufado y comprometido con este grupo de la renovación al que lidera desde todo punto de vista y que se ilusiona con conseguir el tan anhelado título cuando en 2021 comparta la organización de la Copa América con Colombia.