De acuerdo a las normas vigentes por la pandemia, los bares y restaurantes pueden funcionar los días de semana con comensales dentro de los locales hasta las 21. Los gastronómicos consideraron que «no extender el horario es un error» en referencia al pedido para que de forma excepcional les permitan este martes por el Día del Amigo abrir hasta las 23. «Va a generar un mayor impacto en reuniones en el ámbito privado, que es lo que todos queremos evitar, que la gente se reúna en espacios no protocolizados», argumentó Alejandro Pastore, referente del sector.
“Nuestro planteo de extender el horario, por lo menos para el martes, atendía a la posibilidad de abarcar gran parte de ese público que se va a juntar de igual manera, dentro de bares y restaurantes que son espacios con protocolos y el propio Estado provincial los puede fiscalizar”, explicó el secretario general de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines de Rosario (Aehgar).
A la hora de brindar más motivos por los cuales realizaron el pedido, indicó: “No es una cuestión caprichosa, el planteo tiene que ver con seguir una línea y un criterio que es el que todos tenemos en cuanto a cómo se combate esto, con más rigurosidad en la aplicación de los protocolos y tratando de evitar aquellas situaciones que se transforman en inseguras”.
Sobre la posibilidad que con un cierre más tarde se evitarían varias reuniones en casas, Pastore reiteró: “Más allá de lo comercial que también para nosotros es importante, hay una función social que entendemos que tenemos que cumplir y la tenemos que cumplir de esa manera, ampliando la posibilidad de recepción del público para que el martes lo pueda festejar en un espacio protocolizado”.
“Rosario prácticamente es la capital del festejo. Se organiza para arrancar festejando prácticamente una semana antes y darle continuidad. Reservas hay pero el problema es que se va a abroquelar gran parte de ese movimiento en los dos días que podemos dar abasto esa demanda al servicio de cena, ya que cerramos a las 21”, culminó.
