Rodolfo Di Pollina, presidente de Rosario Central, dijo que el ataque a la sede canalla en pleno microcentro de la ciudad fue “un golpe muy duro” y valoró la reunión con su par de Newell’s, Ignacio Astore, y con el ministro de Seguridad, Jorge Lagna.
“Hemos recibido un golpe muy duro, es un golpe durísimo, lo estamos asimilando de esa forma, hay daños materiales importantes pero lo más importante es lo simbólico porque dañan el tejido social”, definió Di Pollina en conferencia de prensa tras el encuentro.
Sin embargo, subrayó: “Por más dolor que haya, los dirigentes nos tenemos que reunir, marcar agenda, crear confianza y plantearle a la sociedad una agenda en común para primero brindar confianza, vamos a trabajar en conjunto”.
“Hay que ver una gran crisis como una oportunidad, esto nos marca una crisis tan fuerte, un punto de inflexión, un mensaje a toda la sociedad, y lo queremos ver como una reacción positiva y madura del gobierno, de Newell’s y de Central para que de acá en adelante podamos dar una respuesta a la sociedad”, añadió el dirigente.
“Creemos que hay que estar más allá de la rivalidad y las pasiones que se generan, por el bien de cada uno de los clubes”, cerró.
