Tras la polémica por el evento de Posta 36, desde el municipio dieron marcha atrás con la habilitación a los salones de fiesta de funcionar como bares. En diálogo con Radio Mitre Rosario, Sebastián Chale, secretario de Desarrollo Económico y Empleo de la Municipalidad explicó el porqué de la medida, que será para los próximos 10 días.
«Es una suspensión transitoria, en función del nuevo marco normativo que se dio y el cambio de contexto. El decreto que admitía esta posibilidad es de junio y ahora cambiaron las condiciones de la pandemia», manifestó en el programa El Puente.
El establecimiento ubicado en zona norte reabrió sus puertas el pasado fin de semana, bajo el protocolo que establecía que podía como bar. Desde el salón funcionaron con venta de tarjetas anticipadas, ofrecieron un menú de cuatro pasos y música al aire libre a través de un DJ.
«Es necesario avanzar en un protocolo particular para los salones de fiestas que tienen un requerimiento y necesidades diferentes a los bares, por la estructura y tipo de negocio», aseveró Chale y en relación a la polémica, manifestó: «Lo del DJ y la música es un aspecto a entender, en el protocolo de gastronomía no estaba admitido».
El funcionario reveló que en las últimas horas mantuvieron un encuentro con representantes de salones de fiestas y argumentaron que para funcionar como bar «deben tener algún tipo de atractivo» que los diferencie. «La preventa es una necesidad con respecto a las características del negocio, por la estructura que tiene y la cantidad de cocineros», precisó.
Otro punto a entender por parte del municipio son las quejas que surgieron por la prohibición para estar en espacios públicos y la habilitación para concurrir a bares y restaurantes, obligando a pagar si se quiere disfrutar del aire libre. «Claramente hay una contradicción y no queremos generar eso. Queremos que la gente disfrute. El encuentro social se tiene que dar en lugares con protocolos de distanciamientos, barbijos y otras medidas de seguridad», manifestó Chale.
«Analizando la realidad estamos en una época del año donde crece la demanda por encuentros, de salir al aire libre, crece en lugares pagos y públicos. Si no actuamos con seriedad en ese sentido proliferan la industria de fiestas clandestinas y cuando se arma una economía de ese tipo es muy difícil desmontarlas», concluyó.
