La línea Q dejó de funcionar en Rosario dado que las diez unidades compradas a Rusia no toleran las altas temperaturas. La adquisición fue realizada en 2017 durante la gestión de Mónica Fein, con aportes del entonces gobernador Miguel Lifschitz.
Se trata de diez colectivos, cuyo arribo fue anunciado con bombos y platillos por la administración anterior a raíz de su operatividad amigable con el medio ambiente.
La Q se puso en marcha en julio de 2017 de la mano de la exmandataria Fein, el fallecido exgobernador y la exsecretaria de Movilidad, Mónica Alvarado. En la foto de la inauguración también aparece el intendente, Pablo Javkin, que en ese momento se desempeñaba como concejal y la actual edila, Verónica Irizar.
Pero no todo lo que brilla es oro y resulta que, con el calor, el motor de las máquinas se recalienta y el actual Gobierno municipal debió ponerlas en stand by. De este modo, la línea será reemplazada por un refuerzo de la 127 y la K.
«Al ser un transporte eléctrico, la Línea Q no emite gases contaminantes por lo que fortalece las distintas las políticas de sustentabilidad que viene desarrollando la Municipalidad de Rosario», había indicado la Municipalidad cuando salieron a rodar los coches.
