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martes 16 de abril del 2024

Debiazzi: “El cine no cierra, el que termina una etapa allí soy yo”

El tradicional Madre Cabrini, ubicado históricamente en el complejo educativo de calle Pellegrini y Juan Manuel de Rosas, proyectará este domingo 4 de marzo sus últimas películas. Con conciertos y clásicos del cine dará su función final, tras 35 años de proyecciones ininterrumpidas.

Al parecer, este mes se terminó la concesión, que venía siendo renovada desde 1983. Si bien la noticia entristeció a todos los rosarinos que consideran al centro de proyecciones como parte de su historia, el titular del complejo, Jorge Debiazzi afirmó en diálogo con Radio Mitre Rosario, que “necesita un descanso” y que “se trata de una decisión personal”.

“El cine no cierra, el que termina una etapa allí soy yo. A todos les he manifestado `muchachos déjenme descansar un poco´. Imaginate que estar 35 años dentro de un producto donde no sos dueño de un sábado, un domingo, un feriado y todas las noches. Yo tengo una edad bastante elevada, necesito un poquito de tiempo para mí, pero sin abandonar. Vamos a ver qué nos dispara el destino, decía un viejo cómico, por ahora el domingo hago la última función”, expresó Debiazzi.

Por otro lado, el empresario manifestó estar “asombrado” por la trascendencia de la noticia y aseguró que “siempre mantuvo todo con bajo perfil”.

“Nunca quise sobrepasar sobre nada, simplemente encaré una propuesta, quise hacer algo diferente, un cine diferente yo fui logrando desde 1983. Durante los primeros veinte años hasta el 2004 fue sala infantil, sala familiar y también exhibíamos algunas películas para adultos hasta que después fue incorporando la opera, el ballet, la música y el imbatible fue André Rieu allí adentro. Catorce años proyectando sus conciertos, todo un récord”, señaló en un repaso por la historia de la sala.

Debiazzi contó que su pasión por el cine comenzó a los tres años y que descubrió el cine en una función cinematográfica que sus padres le regalaron ese cumpleaños de tres años en su casa. En esa época, -relata el productor- “existía una sala llamada Heraldo, en la calle San Martin casi Rioja, que pasaba los famosos dibujos animados, los noticieros y era la cita obligada el sábado o domingo”. “Allís alimenté mi pasión por el cine”, remarcó.

Y fue en 1970 que comenzó a conducir la programación y proyección del micro cine Arteón hasta 1983 donde tomó el mando del histórico Madre Cabrini.