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domingo 01 de octubre del 2023

De violencia y mezquindades

Ya hemos hablado desde esta columna de la mezquindad en la política. Pero no podemos comprender hasta dónde puede llegar. Los gendarmes van a llegar a Rosario, el tema es cuándo. ¿Qué lo retrasa? Quién da la noticia, si Nación o Provincia.

Es inadmisible que ante uno de los años más sangrientos de los últimos tiempos, estemos discutiendo si Bullrich es quien cuenta el arribo de 300 gendarmes a Rosario o lo hace –como sucedió- el Ministro Maximiliano Pullaro. Y eso retrasó la llegada de la fuerza federal, aunque parezca mentira.

Desde las autoridades aducen “problemas operativos” y aseguran que desembarcan, de todas formas, entre el fin de semana y el lunes. Esperemos que así sea por el bien de los barrios que piden a gritos presencia territorial para frenar la ola de violencia.

Pullaro indicó que en los últimos 20 días menguaron los enfrentamientos a balazos en los barrios. De hecho llevamos 8 días sin muertos en la ciudad después de lo que fue el pico de hace un mes atrás. Pero nunca se puede cantar victoria y es por eso que ahora, en una tensa calma, tienen que llegar los oficiales de gendarmería a hacerse de la calle y que los vecinos de bien, que son la inmensa mayoría, puedan vivir en paz y salir a la calle.

Por su parte, se sigue discutiendo la adhesión a la Ley de Desfederalización de la persecución del delito del narcotráfico. Bullrich insiste con que si no se aprueba “Santa Fe va a quedar aislada” ya que Chaco, Entre Ríos, Córdoba y Buenos Aires ya la aprobaron. Y Pullaro coincide con esa mirada sobre la necesidad de que la delincuencia de la venta de droga se “mude” a nuestro territorio por la incapacidad de atacar a esta metodología de venta minorista de drogas.

El proyecto del senador Lisandro Enrico, que tenía media sanción, perdió estado parlamentario y volvió a meterlo por mesa de entrada en la Cámara alta provincial, mientras que a la Cámara de Diputados ingresó un texto de Federico Angelini sobre el mismo tema con algunas modificaciones. Claramente hay acuerdo y es cuestión de que se limen las disyuntivas para que sea ley.

Ahora bien, ¿es tan fundamental esta ley para que un bunker no funcione? Según los expertos en seguridad pública, sí. Porque las herramientas que tiene la fuerza provincial y sobre todo el Ministerio Público de la Acusación son mayores y mejores de las que dispone la justicia federal. De hecho, desde la generalidad se trabaja para desentramar las grandes redes de comercialización, y muchas veces tumbar un bunker es romper una línea de investigación.

Por otro lado, en estos días se vivió una ola de robos en el centro rosarino de arrebatos en moto de celulares y carteras. Decenas de casos en horarios insólitos, en cuadras repletas de gente y en el microcentro. En contramano, arriba de la vereda, la metodología elegida por estos malvivientes. Punto a solucionar urgente también.

Lo concreto es que hay que dejar de lado el vedettismo y las aspiraciones políticas si de la seguridad de la gente se trata. En estos temas no hay grises ni especulaciones. Hay que bajar la violencia primero, y seguir disminuyendo el delito menor después.