Un campeón del mundo recordó a Diego Maradona en CNN Radio y repasó los momentos vividos en México 86, cuando el seleccionado dirigido por Carlos Bilardo se consagró en el estadio Azteca.
“No paran de caerme las lágrimas, pero en algún momento nos volveremos a encontrar para jugar ese picado que jugamos en México”, deslizó, sin ocultar su emoción, Oscar Alfredo Garré.
En diálogo con Guillermo Panizza durante la emisión del programa CNN Aire de mañana, el exmarcador de punta de Ferro señaló que “estamos tratando de pasar el duelo que compartimos con todos los argentinos y con el mundo. Sabemos internamente quién era Diego”.
“Estaba en casa el miércoles cuando dijeron que Diego había tenido un paro. Y pensaba que el superhombre iba a salir”, reveló. Y se refirió luego a la presencia de los campeones del 86 en el velatorio en Casa de Gobierno: “Tuvimos la posibilidad de despedirnos a través de Claudia y de estar con la familia. El presidente de la AFA nos puso un micro para llegar”.
“Estábamos ahí, lo tocábamos y lo besábamos. ¿Viste cuando no lo podés creer? Era como que estábamos soñando”, se conmovió.
Garré comentó que “hay gente que compara la vida privada con el futbolista. Y él hizo la diferencia por lo que era como persona. Compañero, amigo, solidario. Veía a un chiquito y le regalaba lo que tenía. Diego no olvidaba sus orígenes. La gente quizá no conoce todo esto, que era su grandeza”.
“En México estuvimos 90 días. En la concentración teníamos un solo teléfono público para comunicarnos con nuestra familia. Hacíamos una lista y nadie quería estar después de Maradona. ¿Cómo le íbamos a pedir a Diego que cortara?”, deslizó.
“A la tarde íbamos a la utilería porque Carlos nos hacía probar todo, la camiseta, los botines, las vendas. Robábamos unas pelotas a escondidas de Bilardo para hacer un picado. ¿Y si nos descubría? Quedate tranquilo, yo pongo el pecho por vos, decía Diego”, rebobinó.
“Yo estaba suspendido y podía volver en la semifinal contra Bélgica. Carlos me explicó que iba a cambiar el sistema y necesitaba que jugara el Vasco (Olarticoechea), que era más volante. Diego después vino a mi habitación a consolarme mientras yo lloraba y me dejó palabras emocionantes. Estaba en todos los detalles”, remarcó.
Garré retrotrajo el segundo gol de Maradona a los ingleses: “Carlos, como cábala, me hizo sentar en el banco pese a que estaba suspendido. Cuando el Negro (Enrique) le da el pase, vemos que arranca y se saca a uno, a dos ingleses de encima. Pensamos que en algún momento no le iba a dar el físico, pero él estaba tan bien que sacaba fuerzas de todos lados. No podías jugar mal con Diego al lado. Contagiaba y transmitía seguridad. Nos empezamos a parar cuando pisó el área y cuando enfrentó al arquero Shilton creímos que la pelota no había entrado. Después festejamos y fue una locura”.
Por último, Garré aludió al grupo del 86, cuyos integrantes aún siguen en contacto permanente: “Nunca se perdió el sentido de pertenencia que nos inculcaron Bilardo, Carlos Pachamé y el profesor Ricardo Echevarría. Ganamos la Copa y seguimos siendo ciudadanos comunes que van al banco y hacen la fila. Nunca sacamos los pies de la tierra. Nuestra amistad va a perdurar siempre”.
