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viernes 26 de abril del 2024

De Felippe, centrado y realista

Newell’s se encontró con la jerarquía de Boca y volvió a perder fuera de casa. Dentro de una temporada llena de turbulencias, una nueva de derrota como visitante confirma la paupérrima cosecha de puntos en esa condición (5 sobre 36). Sin embargo, al margen de la caída, se destaca la autocrítica de un entrenador que tiene los pies sobre la tierra y la entrega de un plantel que trató de jugar de igual a igual a pesar de las diferencias.

Antes de su debut parecía ser el hombre indicado para el delicado momento de Newell’s. Ya con varios partidos dirigidos y a pesar de la goleada en Brasil, hay sobradas muestras para ratificarlo. Cometió errores, cambió a tiempo en algunos casos y siempre se mostró consciente de las limitaciones propias.

Con un plantel sin recambio y con escasa jerarquía, de a poco De Felippe trata de definir un plan de acción ante cada compromiso, siempre con la premisa de que la actitud y el sacrificio no se negocian.

Frente al puntero del fútbol argentino y de visitante, la estrategia fue salir a debatir el control de la pelota, intentar jugar de igual a igual contra el mejor equipo de la Superliga. Algunos destacarán la audacia, otros criticarán la ingenuidad, pero lo que no se puede negar es que hubo una planificación previa.

Newell’s no fue ese equipo fácil, improvisado, entregado que se veía en la gran mayoría de los partidos de visitante. Sino que, con sus limitaciones a cuestas y a pesar de las virtudes del rival, tuvo una idea y se animó a tratar de llevarla a cabo. En comparación con las otras presentaciones fuera del Coloso ahora, por lo menos parece haber un trabajo previo y, tal vez, un cambio de mentalidad por parte del plantel.

Consumada la derrota, el DT fue el primero en reconocer las falencias y, fiel a su estilo, describió con veracidad el partido que todo el mundo vio:

  •  «Boca es un equipo de jerarquía y te mete adentro del arco con contragolpes e individualidades. Nosotros tenemos que aprender a jugar en equipo y jugar más simple».
  •  «Hicimos un gran primer tiempo, cuando le sacamos la pelota los pudimos inquietar. Pero en el segundo tiempo después del tercer gol, se notó la jerarquía de ellos. Si hubiéramos golpeado de entrada, hubiéramos manejado el partido de otra manera».
  • «Mientras no tuviera la pelota Boca, no nos iba a lastimar; pero en el segundo tiempo la tuvo y nos lastimó. Con el tercer gol de Boca, perdimos confianza, perdimos en juego y el rival propuso salir de contra y con la velocidad de Pavón se complicaba cada vez más».

Sin castigar a sus jugadores con dureza, sin ventilar los «trapitos sucios» ante la prensa, De Felippe deja bien en claro las falencias de su equipo y no esconde lo que debe mejorar. Con el mismo pragmatismo que demuestra a la hora de dirigir, analiza el juego de Newell’s y trata de simplificar la situación.

Es imposible pronosticar o aventurar cómo va a transcurrir el ciclo De Felippe en el Parque Independencia. Lo que si está claro es que el arranque, teniendo en cuenta todo el trasfondo deportivo, político e institucional, está dejando buenas sensaciones. Newell’s tiene un director técnico serio, trabajador, coherente y centrado. Y eso, ya es un avance fundamental en este delicado momento rojinegro.