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viernes 29 de marzo del 2024

De Fein a Javkin: dos maneras muy diferentes de abordar el mismo conflicto

En contexto de pandemia, el smog que se origina por la quema de pastizales frente a la costa rosarina se transformó en cuestión de Estado. Dos versiones muy distintas de intentar resolver un mismo problema quedan expuestas. El tiempo dirá si una se impuso sobre la otra.

Por Ignacio Pellizzón

El 2017 va llegando a su final y la mueca de satisfacción que esboza, la todavía intendenta de Rosario, Mónica Fein demuestra que la reunión que tuvo con Domingo Maiocco para ampliar la doble traza del puente que une la ciudad con Victoria, fue fructífera. Los incendios en las islas no estuvieron en el temario con su colega entrerriano, porque faltan algunos meses todavía para las primeras quemas de pastizales –las de siempre- y más de dos años para que se produzca el hecho histórico de que un radical asuma el mando después de 30 años de gobiernos socialistas.

Unos 85 millones de dólares estimaba el Órgano de Control de Concesiones Viales (Occovi) que había que invertir para que Fein y Maiocco pudieran concretar el tan ansiado sueño de ampliar la doble traza del puente que cruza el río Paraná. “La unión hace la fuerza” y eso es lo que hicieron ambos intendentes: se volvieron a reunir en la Municipalidad de Rosario para intensificar el pedido de fondos a las provincias y, sobre todo, al gobierno nacional. La quema en las islas volvió a brillar por su ausencia en la conversación.

El plan de los funcionarios tenía asidero, porque entre el 2003 –que se inauguró el puente- y el 2017 el tránsito entre Rosario y Victoria se duplicó: pasó de 3.200 vehículos a 7.500, con picos de hasta 15 mil durante los fines de semana largos. La proyección indicaba que la cantidad de autos iba a seguir aumentando de manera considerable.

De hecho, los beneficios económicos que le trajo Rosario a la ciudad vecina son cuantificables: en la última década y media se construyeron un casino, un complejo termal, un hotel cinco estrellas y su población se duplicó, según el último censo realizado. Inclusive, el municipio de Victoria se volcó a comercializar terrenos para que distintas industrias y desarrolladoras puedan invertir e instalar sus plantas en la ciudad de las Siete Colinas. Mientras tanto, los incendios seguían año tras año del mismo modo que los accidentes de tránsito en el puente.

En aquellos días, las energías estaban más enfocadas en lograr conseguir los recursos para avanzar con las obras en el puente que en detectar quiénes eran los responsables de realizar quemas de pastizales en las islas frente a la costanera y agobiar de humo a una ciudad entera, tanto en verano como en invierno.

Algo cambió

En los últimos dos años, algo cambió. El hartazgo de las vecinas y vecinos de la ciudad generaron que en la agenda de la intendenta se instalara el fuerte reclamo a Entre Ríos para que se ocupara de los incendios intencionales que provocaban humaredas intensas. Aún no se sabía que una pandemia iba a acechar al mundo entero y que el smog de las quemas cobraría otra relevancia.

Pese a las incesantes declaraciones de Fein de que se iba a “perseguir judicialmente a los responsables” y a la respuesta evasiva del actual intendente reelecto de Victoria, Domingo Maiocco, de que las quemas “escapan a su jurisdicción” y que debe “la Provincia hacerse cargo”, las quemas continuaron y continúan.

La falta de voluntad política para accionar con determinación sobre los propietarios de los terrenos que, de manera deliberada, realizan la práctica de quema de islas para regenerar pastura para introducir ganado, llegó a un punto sin retorno.

Esta actividad, en realidad –según informaron a Rosario Nuestro desde Victoria- es ajena a esta zona, porque se lleva a cabo en el humedal donde lo que regula los ciclos de vegetación es el agua y no el fuego.

Poco más de dos años pasaron desde aquella reunión amena y simpática en la que dos intendentes de Rosario y Victoria se reunieron para delinear obras en conjunto y a futuro. Casi 30 meses después, la situación cambió. Los representantes de las dos ciudades divididas por el Paraná se encontraron, pero para tratar un tema mucho menos alegre: los incendios.

El nuevo intendente Pablo Javkin, que cortó con una racha ininterrumpida de 30 años de gobiernos socialistas, demostró tener una paciencia mucho menor que sus antecesores en el cargo. Escasos meses pasaron hasta que tomó la decisión de presentar en los Tribunales de Paraná una denuncia penal contras los productores responsables de las quemas y zanjar las relaciones con su par de Victoria.

No sólo eso, al no obtener respuestas concretas y soluciones definitivas, decidió ampliar la denuncia llevando como muestra a la Fiscalía Federal las verificaciones de 68 focos en la semana del 4 al 10 de mayo, y 362 focos del 11 al 17 del mismo mes, lo que representó una clara evidencia de que “se quintuplicaron los incendios”, afirmaba el documento.

El persistente reclamo obligó a que el gobierno nacional no se pudiera hacer más el distraído y enviara un helicóptero hidrante para combatir los incendios y a 15 brigadistas de los Bomberos de la Policía Federal junto con el Director Nacional del Manejo del Fuego.

Multa conveniente

En total son unas 115 hectáreas afectadas en la zona de las islas frente a la costanera de Rosario como de San Lorenzo. Son 35 kilómetros al norte de la ciudad, donde los propietarios de los terrenos optan de manera inescrupulosa llevar adelante quema de pastizales sin medir consecuencias.

Los terratenientes gozan, hasta el momento, con el beneficio del anonimato. Esto les permite seguir operando de manera impune. Pese a que en Entre Ríos hay una ley que otorga permisos para realizar este tipo de quemas, los empresarios deciden no solo no mostrar un solo pedido de permiso, sino pagar las multas que alcanzan los dos millones de pesos. Aun así, les sigue conviniendo.

Jorge Gamal Taleb, es el nombre del fiscal coordinador de Gualeguay, Victoria y Nogoyá que lo puede cambiar todo, de verdad. Tomó la decisión, como parte de la investigación por los incendios, de requerirle a las agencias estatales una serie de informes para conocer quiénes son los nombres propios que están detrás de las quemas en los terrenos identificados.

A su vez, como medida de prueba pidió que se evalúen las filmaciones del peaje ubicado a la salida del puente Rosario-Victoria porque sabe que si el hecho es calificado como incendio la pena más grave puede alcanzar los diez años, pero si se califica como daño el máximo podría llegar a ser de un año de prisión.

En el medio de todas estas actuaciones, el gobierno nacional también intenta cambiarlo todo de una vez por todas y darle un cierre concluyente a este conflicto que, en contexto de pandemia, es aún mucho más grave y perjudicial tanto para la sociedad rosarina como para las relaciones bilaterales entre las ciudades.

La semana que viene se reunirán representantes de todos los Estados. Se sentarán responsables del gobierno de la provincia de Santa Fe, de la provincia de Entre Ríos y del Estado nacional, con la intención de llevar adelante acciones conjuntas para culminar con los incendios en las islas y evitar que el malestar siga in-crescendo.

Dos versiones muy distintas de cómo intentar resolver un mismo conflicto. Si bien pareciera que las acciones se están dando de manera acelerada y de forma prometedora, solamente el tiempo dirá si las nuevas generaciones no repetirán la misma frase que hoy dicen sus abuelos: “El incendio en las islas es histórico”.