El volante de Inter de Porto Alegre Damián Musto continúa con el desarrollo de la cuarentena obligatoria y entregó una visión de la actualidad en esa populosa ciudad. «Acá el presidente no tomó las mismas medidas, algunas personas estamos cuidándonos, haciendo la cuarentena y hay mucha gente que está haciendo la vida normal. El club afortunadamente se manejó siempre en la misma línea, tratando de prevalecer la salud por delante de cualquier cosa, pudimos estar alienados en el pensamiento porque era lo que proponían los futbolistas», reconoció.
En diálogo con La Banda Futbolera que se emite por Super 107.5 FM de Rosario, el ex Rosario Central coincidió con Ariel Garcé, en aquel momento ayudante de campo de Eduardo Coudet, respecto a las sensaciones de una herida que no sutura tras la derrota en la Copa Argentina 2015 ante Boca y de un arbitraje que sigue siendo eje de los reclamos. «De adentro de la cancha sentí lo mismo, me sentí perjudicado y como que hubo intención de que así sea. Dejé de creer bastante en el fútbol en ese momento por como se había dado esa final, la importancia que tenía para nosotros, pero siento que Ceballos nos perjudicó, que pasó como algo más y que después de un tiempo uno no le da mas vuelta porque por mas que digan lo que sea, eso ya pasó y no te la va a devolver nadie», confesó resignado.
«Cada uno sabe como actúa, como se maneja en general en la vida. Si él (Ceballos) está convencido que fue simplemente un error arbitral y está tranquilo de esa manera, que la siga. No soy quién para juzgar pero dentro de la cancha me sentí perjudicado. Yo tengo mi pensamiento de lo que pasó, uno sabe si camina y duerme tranquilo. Esa final no me la devuelve nadie y ante la vista de todos, fue bastante raro», amplió Musto.
Respecto a su presente y a la reclusión voluntaria, el casildense asegura que el día a día le resulta algo complejo. «Vamos por el día 14 de cuarentena, se hace un poco pesado pero sinceramente hay que poner por delante estar resguardados. La gente que no le dio el respeto que se merecía terminó pagándolo caro. En mi casa me vienen aguantando porque soy insoportable en el día a día, imaginate en 14 días, je. Soy hiperkinético y tengo la necesidad de estar haciendo algo, no puedo estar tranquilo. Necesito actividad física y por eso tratamos de ingeniárnosla para hacer gimnasia y actividad física que me permita liberar la cabeza», finalizó.
