La justicia rosarina condenó este jueves a un hombre que incumplió una pena de ejecución condicional por atropellar y matar a un muchacho. Los familiares de la víctima lo filmaron manejando, juntaron testigos y obligaron a que el homicida vaya preso.
El caso
Norberto Otto Otero estaba condenado. En 2016 la Justicia provincial determinó que cumpla una pena de 2 años y medio de ejecución condicional y lo inhabilitó a manejar por el doble de tiempo, luego de encontrarlo culpable de un homicidio culposo.
El caso tuvo lugar el 14 de abril de 2014 en la ruta 21, a la altura de Arroyo Seco. Allí Otero, cometiendo un “homicidio culposo agravado por la conducción negligente, imprudente o antireglamentaria de vehículo automotor”, cuando se cruzó de carril y atropelló y mató a Augusto Buralli, el chico de 19 años que circulaba en una moto.
La pesquisa de la familia
Al margen de la determinación judicial, los familiares de Buralli tenían datos certeros de que el asesino, que vive en la localidad vecina de Fighiera, incumplía su prohibición de manejar. Incluso lo habían visto al volante de una camioneta y contaban con el testimonio de los vecinos de Otero, que acreditaban esta teoría.
Por ello la madre de Augusto Buralli decidió montar guardia frente a la casa del condenado y, luego de un tiempo de trabajo, logró filmarlo al volante de un vehículo. Ella presentó estos datos ante la Justicia y obligó a que se revea la condena.
Así fue como el jueves Norberto Otto Otero, de 41 años, fue condenado a dos años y medio de prisión efectiva y se le volvió a prohibir manejar por cinco años.
