Pasaron 13 años de una de las grandes gestas del básquetbol argentino. La selección perdía por un punto ante Serbia en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y con sólo un segundo por jugar cambió tristeza por euforia. Emanuel Ginóbili recibía de Alejandro Montecchia y le daba al deporte nacional una alegría indeleble.
Reviví aquella definición