La noticia sobre el juez santafesino Rodofo Mingarini que liberó a un acusado de violación esgrimiendo que utilizó un preservativo generó un repudio social e impacto a nivel nacional. El hecho ocurrió en una localidad al norte de la provincia de Santa Fe, donde una mujer denunció que fue atacada por un albañil de 28 años que trabajaba en una obra de construcción cerca de su casa. El hombre se entregó a la Policía luego que la víctima lo escrachara en las redes sociales.
Florencia Marinaro, subsecretaria de Mujeres, Género y Diversidad de la provincia, dialogó este viernes en El Puente por Radio Mitre Rosario, y se refirió a la decisión del magistrado que despertó la furia.
«Estamos muy preocupados por los dichos en esta audiencia que se hizo viral a través de medios periodísticos porque son dichos que reproducen patrones culturales en las que someten a las mujeres a la violencia, discriminaciones y estereotipos. En un ámbito como es el proceso judicial genera revictimización», arrancó la titular del área de Género.
En ese sentido, agregó: «Entiendo que hay muchos antecedentes donde se da estos comentarios sexistas contra las mujeres. A raíz de esto hay un mecanismo institucional para ir en profundidad y no quedarse con el repudio social o lo que se habla en los medios».
Cuando fue consultada por cómo se dieron los hechos en el norte de la provincia, Marinaro explicó: «No conozco el hecho y de hecho está en una fase judicial que está aún en un resguardo. Los delitos de violación sexual hay un cierto grado de intimidad por el cual se debe preservar por decisión de la víctima. Las audiencias penales son públicas a través de zoom en la modalidad pandemia y se le da al imputado una audiencia de prisión preventiva para saber si el acusado queda preso o no. Allí el juez argumentó que no encuentra elementos y fundamenta el uso del preservativo cuando realiza la violencia contra la mujer».
A la hora de dar una opinión sobre lo que debería suceder en caso de una denuncia por violencia sexual, la funcionaria destacó: «Lo importante acá es no naturalizar las formas del abuso. Las representaciones que se están haciendo acerca del abuso sexual lo tenemos que discutir y no obligar a las mujeres a someterse a exámenes médicos repetitivos de cualquier práctica en cualquier ámbito para no revictimizarla nuevamente».
Por último, la mujeres dio argumentos para que la etapa probatoria cambien en la Justicia: «Hay muchos fallos judiciales que indican que el cuerpo de las mujeres no es la única prueba adecuada para probar los delitos sexuales. Hay tratados internacionales que protegen los testimonios de las mujeres víctimas y deben ser respetados».
