El Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario (COCIR) presentó un informe respecto a la actualización de alquileres para este 2023.
Según detallan, el primer mes del año es una época de mucho movimiento en el sector debido a la gran cantidad de jóvenes que llegan desde otras ciudades u otros países para asentarse y comenzar sus estudios.
Alejandro Basini, responsable del área de Estadística del COCIR afirmó: «Hay una bajísima disponibilidad de oferta. Rosario es una plaza de requerimiento universitario y en esta época del año se dan la mayoría de las renovaciones. Cuando suceden estas cosas nos damos cuenta lo necesario que es un cambio en la ley de alquileres, porque los ajustes anuales generan una gran incertidumbre a la hora de contratar y eso produce que los impactos sean muy determinantes».
Luego, el especialista en números del rubro añadió: «Una vez finalizados los contratos después de los tres años, los alquileres quedan totalmente desfasados de acuerdo a los valores de plaza. Hoy los ajustes son anuales, entonces el impacto que se da es muy grave para el bolsillo del inquilino y el propietario también lo padece. Nosotros requerimos de inmediato un cambio a la ley actual y necesitamos incentivos para lograr que los propietarios, que históricamente pusieron sus propiedades el alquiler, vuelvan a hacerlo. Hoy la realidad es que cada vez es más dificultoso que pase eso».
En términos de precios, el alquiler de un monoambiente en la zona del macro y microcentro rosarino se encuentra en torno a los 38.000 a 42.000 pesos. Por otro lado, los departamentos de un dormitorio se plantan en 50.000 pesos y aquellos de dos dormitorios oscilan entre los 60.000 a 80.000 pesos.
Por último, las unidades a estrenar con amenidades permanecen a valores por encima de los mencionados previamente y su disponibilidad es prácticamente nula. Según los expertos, esto se debe a que los propietarios no tienen interés en ofrecerlos al mercado locatario.
En síntesis, los aumentos en los alquileres fueron de un 100% con la inflación y los plazos de actualización extensos como principales causantes.
Bassini argumenta que los contratos terminan muy desfasados en comparación con los valores de plaza, porque «es imposible que los números que se pactaron hace 3 años atrás y se le fueron aplicando sus respectivos ajustes, respondan a los valores de plaza».
