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jueves 25 de abril del 2024

Cuando la Cigüeña no llega

Desde la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva afirman que «los cambios culturales que se han dado en las últimas décadas en la sociedad actual como la incorporación de las mujeres al mundo laboral, la diferenciación entre placer y reproducción y el aumento en el empleo de las técnicas de control de la natalidad acrecentaron la demanda de tratamientos de reproducción médicamente asistida».

Hasta la aparición de las leyes provinciales y nacional (2010/2011) la mayor parte de los tratamientos eran solventados en forma privada por los pacientes. Una vez que se reglamentaron dichas leyes  la financiación quedó a cargo de cuatro grupos: los pacientes en forma privada, las obras sociales, las empresas de medicina prepaga y el estado.

Esto no es un dato menor dado que los tratamientos son costosos y al garantizar hasta tres tratamientos las obras sociales las parejas que están en búsqueda de un bebé pueden acceder a los mismos. Sin embargo, por diversos factores, algunas parejas no logran cumplir su deseo de ser padres.

En este contexto aseguran que “hay un basta biológico, un basta emocional y un basta económico para dejar de buscar un embarazo”.

El especialista en medicina reproductiva y director médico de Procrearte, Dr. Carlos Carrere, fue consultado sobre las dificultades que llevan a tomar la decisión de dar por finalizado un tratamiento de reproducción asistida cuando los resultados después de varios intentos no han sido positivos.

Sostuvo que “los diagnósticos no siempre son absolutos, por ende el médico no puede ser 100% categórico pero, ciertamente, hay pruebas que van a delimitar el momento en que una pareja debe poner el punto final en la búsqueda de su hijo y formar familia de otra manera”.

Hasta que no se dice basta, la incertidumbre va creciendo y la angustia va invadiendo al matrimonio hasta causar deterioro en la relación”, añadió.

Consideró que “no sólo hay un basta biológico, sino que hay también un basta emocional y un basta económico para dejar de buscar un embarazo”.

Desde el punto de vista biológico tenemos algunos indicadores que nos van a permitir ver cuando a una mujer hay que decirle que hasta acá hemos llegado”, comentó el especialista en medicina reproductiva.

Carrere explicó que “el valor de la hormona antimulleriana está por debajo de los límites mínimos normales es un indicador determinante. Hay otras variables que inciden a la hora de dar por terminado un tratamiento de fertilidad»

«La trascendencia en un hijo no es sólo genética. La trascendencia  pasa por el deseo de ser padres”, concluyó.