Tras el Mundial, Cristiano Ronaldo se retiró de la selección de Portugal, al menos por el momento. Por lo tanto, tiene más tiempo en cada fecha FIFA y en este caso, aprovechó para viajar de Turín a Londres con su familia.
Allí, el crack de Juventus asistió al O2 Arena para el partido que disputaron Novak Djokovic y John Isner por el ATP Finals y disfrutó de un espectáculo de ballet en el Royal Opera House. Además, se alojó en el Bulgari Hotel, donde una habitación puede llegar a costar al rededor de 11,3 mil dólares.
Luego, CR7 fue a cenar junto a su pareja, Georgina Rodríguez, y un grupo de amigos, al bar Scott’s en Mayfair. No estuvieron allí mucho más de 15 minutos, pero alcanzó para que el delantero lusitano gaste cerca de 35 mil dólares.
Cristiano se dio el lujo de pedir una botella del vino más caro del mundo, el Richburg Grand Cru, valuado en más de 23 mil dólares. La cuenta se completó con un Pomerol Petrus de 1982 de alrededor de 12 mil de la moneda estadounidense.
