lunes 20 de mayo del 2024

Crisis en la empresa Dow: «No necesitamos que a los trabajadores nos capaciten, queremos conservar la fuente de trabajo»

La planta, que tiene una sucursal en San Lorenzo, es la única en el país que produce poliuretano, un insumo clave para la industria automotriz y para la fabricación de electrodomésticos de línea blanca y colchones.

A comienzos de agosto pasado, la empresa estadounidense Dow anunció su decisión de cerrar su planta en la vecina localidad de San Lorenzo. Se trata de la única fábrica en el país que produce poliuretano, un insumo clave para la industria automotriz y para la fabricación de electrodomésticos de línea blanca y colchones. La compañía confirmó que las operaciones seguirán funcionando hasta mayo de 2022 y se espera el cierre completo para fines del año próximo.

Además, otra de las sucursales que dejará de operar es el Complejo Puerto General San Martín y cuenta con unos 109 empleados. Al conocerse la decisión, los trabajadores iniciaron un paro hasta que el ministerio de Trabajo de Santa Fe dictó la conciliación obligatoria. La empresa, además, cuenta con otra planta más grande en la ciudad de Bahía Blanca, donde trabajan otros 800 empleados, y que seguirá funcionando.

«Otra vez vinieron con palos en la rueda porque tenían que presentar el balance y estado económico y dejaron sentado que no van a formalizar. Es una falta de respeto hacia nosotros y al Ministerio de Trabajo con las autoridades provinciales. Lo que pedimos nosotros es no estar más en conciliación voluntaria que habíamos tomado porque la empresa la ha roto. Hay una planta que ya no va a producir y cada vez se complica más», enfatizó Mauricio Brizuela, titular del Sindicatos de Obreros Empleados Petroquímicos Unidos (SOEPU).

Tras advertir que la empresa volvió a darle la espalda a los trabajadores, Brizuela explicó: «No descartamos un nuevo paro pero vamos a evaluar como seguimos. Sabemos que es un tiempo político que estamos atravesando pero no están llevando a un límite que debemos actuar».

Y continuó: «Hay más de 3.600 trabajadores que dependen de este producto y esto ya lo vivimos en el 2000. Importar va a ser difícil por la complejidad de vender dólares».

Cuando fue consultado por si recibieron algún llamado desde el Gobierno nacional para una ayuda, el titular del sindicato admitió: «Desde Nación evaluamos trabajar con varios institutos de tecnologías, entre ellos el Inti, para seguir produciendo acá en Argentina».

Por último, Brizuela contó los pasos a seguir si la situación no cambia: «Dijeron que nos quieren capacitar para llevarnos a otras empresas. No queremos que nos capaciten ni indemnización, queremos la fuente de trabajo. El miércoles que viene habrá una nueva reunión con la gente de la CGT y veremos si iremos a un paro o un plenario. Tenemos que sustituir las importaciones para tener mayor producción nacional».