El temor a un rebrote por coronavirus en Argentina se intensifica en la medida en que se registra un aumento de casos positivos en el Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba). A eso se suma la llegada de la segunda ola a Europa que enciende las alarmas. El prestigioso médico Carlos Kambourian manifestó su preocupación por el ascenso de infecciones y consideró que la estrategia de «centrarse exclusivamente en la vacuna es un error». Asimismo, el especialista puso el foco en la necesidad de hacer más testeos y habló sobre los números reales en el país.
Durante una entrevista con el periodista Eduardo Conforti al aire del programa El diario de mañana, que se emite por Radio Mitre Rosario, Kambourian, afirmó que «este aumento del número de casos (en el Amba) está sucediendo desde hace unos días». Además, manifestó que subieron las consultas y los llamados telefónicos a los números de referencia por covid.
«Esto era esperable, sin lugar a dudas, como también es esperable que ocurra en el otoño», remarcó el especialista y aseguró que «va a suceder así, en picos, en oleadas, hasta que tengamos definitivamente a la población inmunizada, que no es lo mismo que hasta que llegue la vacuna. La vacuna llega, pero el proceso de vacunación es largo bien prolongado».
Sobre ese punto, insistió que los rebrotes serán más profundos durante el otoño e invierno. «Por eso mi preocupación, más allá de ahora, está puesta en el otoño», reforzó.
Por otra parte, consideró que «centrarse exclusivamente en la llegada de una vacuna a la Argentina es un error» por diversos motivos. En primer lugar destacó que la vacuna no llegará pronto; en segundo término estimó que no arribarán las dosis suficientes «no por una falta de decisión sino porque no hay» y en tercer lugar reiteró que «el proceso es largo, lleva tiempo». En ese sentido aseveró que poner el foco en la vacunación «hace que la gente quizás piense que la pandemia ya no está, que se va a resolver pronto porque la vacuna va a estar en diciembre y eso no es así. los números de esta semana así lo demuestran».
Kambourian enfatizó en la importancia de las medidas de prevención del virus e indicó que el incremento de casos es consecuncia de la violación de esas pautas de cuidado. Así aconsejó: «No movilizarse tanto, no a las manifestaciones multitudinarias, no a las reuniones sociales de más de diez personas en casas».
«No hay que utilizar la vacuna como un instrumento que no sea para cualquier otra cosa que no sea la salud de la gente y yo veo que el apuro de la vacuna, más allá de la posición sanitaria, tiene que ver con otras cuestiones que están ensuciando un poco la cancha», expresó y agregó que no podrán vacunarse a 150 mil personas en diciembre «porque quedan 12 días para terminar diciembre y la vacuna no está en suelo argentino. Hay graves problemas para que la vacuna llegue y poner esto en el pensamiento de la gente trae consecuencias negativas».
No obstante, reconoció el esfuerzo del ministro de Salud Ginés González García para gestionar el desembarco de las dosis. «La vacuna es maravillosa. Yo reconozco el esfuerzo enorme del ministro de Salud, pero comunicacionalmente hay que cambiar. Hay que aprender de los errores que cometimos y hay que testear masivamente hoy. Si lo hacemos hoy, que estamos con el diario del viernes, nos va a ir bien, si lo hacemos tarde vamos a decir que ya estamos con el diario del lunes y eso no puede suceder porque eso ya lo vivimos».
Ir a buscar al enfermo
En otro tramo de la charla, Kamboruian se refirió a la necesidad de realizar testeos masivos, una acción que mermó en los últimos meses y precisó que si no se efectiviza esa medida «este pequeño brote se puede convertir en un gran brote».
«A los testeos hay que hacerlos proactivamente. No hay que esperar que la gente llegue, hay que ir a buscar al enfermo. Si esperamos que el enfermo llegue ya es tarde. Hacer 30 mil o 40 mil testeos es un número bajo, hay que hacer más de 100 mil por día. Hoy estamos ene l punto justo apra hacerlo, si no lo hacemos es porque hay una decisión en ese sentido».
Números en rojo
A su vez, el médico puso el foco en la cantidad de personas contagiadas en Argentina, que arroja 1 millón y medio y afirmó que en realidad son 10 millones los pacientes infectados «porque por cada positivo hay 7, 8 o 10 contagios, que son contactos estrechos. Si uno busca más seguramente, encontrará más».
De ese modo, en Rosario que registró 64 mil casos, la cifra real podría ser el cuádruple y hasta de ocho veces más. «El número hay que multiplicarlo por 4 y hasta por 7 u 8. Eso pasa en todas partes del mundo. Uno busca y detecta algunos pacientes pero al resto no».
