Las bajas temperaturas y el frío despiertan las ganas de comer chocolates, dulces y mayor cantidad de hidratos de carbono, generando en muchos casos la suma de kilos de más.
La práctica de actividad física en forma regular puede ayudar a contrarrestar las calorías de más pero para evitar ganar peso es necesario controlar lo que comemos.
Algunos consejos útiles de los nutricionistas para poner en marcha:
- Evitar comprar porciones individuales de chocolates o compartir entre dos para no comer el paquete entero.
- Optar por sopas de verduras antes de las comidas principales, generan saciedad y evitan comer de más.
- Al oscurecer más temprano es conveniente comer antes para no pasar tanto hambre por la noche y favorecer el proceso de digestión.
- Realizar al menos 30 minutos de actividad física por día. Si cuesta salir con el frío, abrigarse y salir con amigos para acompañarse mutuamente.
- Dejar los postres o tortas para los días especiales, un cumpleaños o un evento.
- Incorporar frutas frescas y secas en lugar de turrones o alfajores ya que aportan fibras y nutrientes.
- Consumir verduras cocidas como calabaza, repollitos de Bruselas, chauchas, choclo, batatas, espinacas, etc.
- Prestar atención a las cantidades de alimentos. En los almuerzos y cenas, que la mitad del plato sean vegetales (crudos o cocidos).
- Darse un gusto 1 o 2 veces por semana y no sentirse culpable porque la restricción solo lleva a que después si comemos de más tiremos todo por la borda.
- Llevar una rutina saludable y si se come en un cumpleaños o evento social o simplemente para darse un gusto, retomar el hábito saludable de volver a comer bien sin hacer dietas estrictas.
- No consumir más de una cucharada té de aceite por comida.
- Consumir entre 2 y 3 frutas por día.
- Realizar una colación pre cena para evitar el picoteo en este momento del día, esta puede incluir una tostada con queso, un rollito de jamón y queso, una fruta, etc.
La licenciada en nutrición Tatiana Fuentes sostiene que “es importante realizar las 4 comidas principales (desayuno, almuerzo, merienda y cena) y 2 colaciones: a media mañana y a media tarde”.
“El fraccionamiento en las comidas, ayuda a controlar la ansiedad, a mantener la glucemia en valores normales, a aumentar el metabolismo, a llegar con menos apetito a la comida siguiente, entre otros beneficios)” agrega.
