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jueves 28 de marzo del 2024

Consecuencias emocionales en los médicos

En junio del 2020, expertos en salud mental de Latinoamérica y España advirtieron de la posibilidad de que se produzca una ola de trastornos como ansiedad, depresión y estrés.

En junio del 2020, expertos en salud mental de Latinoamérica y España advirtieron de la posibilidad de que se produzca una ola de trastornos como ansiedad, depresión y estrés e incluso suicidios a consecuencia de la pandemia de la COVID-19 e instan a especialistas y ciudadanos a estar vigilantes para poder contenerla a tiempo.

En este contexto, dos estudios realizados por el Hospital del Mar de Barcelona revelaron que el 45,7% de los participantes presentan riesgo alto por algún tipo de trastorno mental, es decir, necesitan una evaluación profesional para confirmar la presencia de un trastorno mental. A la vez, 1 de cada 7, el 14,5%, presentan un trastorno mental discapacitante, con repercusiones negativas claras en su vida profesional y social. Por patologías, el 28,1% presentan depresión, el 22,5% trastorno por ansiedad, casi 1 de cada 4, pánico, el 22,2% estrés postraumático y un poco más del 6%, abuso de substancias.

Otro estudio reveló que claramente hay efectos en la salud mental de la fuerza laboral y un impacto psicológico de trabajar en primera línea con los pacientes de COVID-19.

Los resultados mostraron que el 21% de los encuestados tenía síntomas de ansiedad de moderados a severos, mientras que el 17% experimentó síntomas de depresión en ese mismo rango.

Los problemas de salud mental prevalecieron en enfermeras más jóvenes y en aquellas con menos experiencia en la carrera, según la investigación que fue dirigida por la Nicola Roberts, profesora titular de enfermería y salud comunitaria en la Escuela de Ciencias de la Salud y la Vida de la Universidad Caledonian de Glasgow.

Por otro lado, datos publicados en «The Lancet Psychiatry» muestran los resultados de una encuesta multicéntrica sobre médicos que actuaron en China durante la pandemia de coronavirus. De ellos, el 50,7% desarrolló depresión, 44,7% ansiedad, 36,1% insomnio y 73,4% síntomas vinculados al estrés.

Entre las mayores preocupaciones del personal sanitario se encuentran la propia salud y el miedo al contagio propio y de los compañeros de trabajo. Por otro lado, las expectativas desmedidas que la población deposita en el personal sanitario, aumentan el estrés y la sensación de desborde.

Cuidar a los que cuidan

El personal de salud se encuentra en primera línea batallando al enemigo “invisible” para el resto de la población. En este sentido, el psiquiatra Daniel Mosca, coordinador del equipo de factores humanos del SAME, suele recibir de sus pares inquietudes relacionadas a la emergencia sanitaria del coronavirus y entre ellos el temor más grande: contagiar a sus seres queridos debido a su profesión.

Con un contexto vertiginoso tanto para la población en general como aquellos que tienen que salir a trabajar, el psiquiatra explicó que hay que tener extremo cuidado con la alimentación y el sueño, no tomar alcohol ni fumar tabaco en exceso, realizar actividad física así como realizar ejercicios de respiración y meditación.