Tras la “estampida” de precios muy importante que hubo post elecciones, sobre todo en los últimos días de diciembre y la primera semana de enero, en los últimos días se observa una leve “desaceleración”. No obstante, muy lejos está de una retracción de los importanes de algunos productos.
“Ante el fuerte aumento que hubo en el mes de diciembre, específicamente en la segunda quincena de diciembre, donde muchos alimentos de la canasta básica, sufrieron incrementos de tinte abusivo, notamos que en la segunda semana de enero se observa algún tipo de caída en cuanto a lo que eran esos fuertes aumentos”, expresó, al aire del programa El Puente, que se emite por Radio Mitre Rosario, Juan Manuel López Raidó, vocero de la Cámara de Supermercados y autoservicios de Rosario.
No obstante, aclaró siguen llegando listas de precios con aumentos, pero no del tenor de fines de 2023. “Era imposible poder tomarlo”, reconoció sobre el incremento.
Y seguido explicó: Era inviable poder tomar mercadería a esos precios, estábamos hablando alrededor de 40%, 50%, 70% en algunos productos”. Así explicó el por que del 30% de aumentos en el rubro alimenticio que difundió ayer el Indec, junto al complejo índice de inflación de diciembre, del 25,5%.
Consultado sobre que se espera para el corto y mediano plazo, el referente definió como “incertidumbre”: “No podemos decir que el tema inflacionario va a calmarse o va a mejorar, porque obviamente uno lo que hace es, nada más allá de tener previsión en lo económico o en lo empresarial, de lo que hablan la mayoría de los empresarios. Incertidumbre, esa es la palabra que uno viene escuchando asiduamente».
En este marco, señaló que hubo una baja en las compras: “Venimos registrando mes a mes, y podemos hacer un comparativo en diciembre y diciembre con una caída de lo que es la venta, el ticket de venta. Realmente estamos hablando de un 7% respecto al 2022 en diciembre, pero ya veníamos durante todo el año de 2023 con caída sostenible en la venta”, dijo.
Y aclaró que esa situación no solamente se da en la venta de productos masivos, ya que en aquellos productos que no son de primera necesidad básica, la caída es mucho mayor. Vale señalar que hay muchos supermercados donde también se comercializan electrodomésticos o productos de bazar.
Además, se refirió al cambio drástico en el comportamiento de los consumidores, que “pasaron de una primera marca a segunda marca, a una tercera o cuarta marca”.
En tanto, también afectó los cambios en algunos programas como Billetera Santa Fe, que ya no ofrece los tradicionales reintegros, y la eliminación del “compre sin IVA”, del gobierno nacional. De este modo, las alternativas para promocionar las ventas pasan por “la tarjeta de crédito y aquellas promociones que cada uno de los supermercados como empresa puede lograr con el acuerdo bancario que tiene”.
