Tanto en Rosario Central como en Newell’s, las divisiones inferiores comenzaron un 2019 con diversos cambios buscando fortalecer sus canteras y preparar a los juveniles para el anhelo de todos: triunfar en el fútbol profesional.
Tras lo que fue la ida de Martín Mackey y la coordinación temporal de Fabián Garfagnoli, llegó el turno de Enrique Borrelli de asumir la dirección total de la «máquina sin humo» rojinegra. La confirmación de Héctor Bidoglio como técnico de Primera, junto a «Garfa» y Gustavo Arcipretes en su cuerpo técnico, obligó a rearmar las inferiores y eso generó la inclusión de personajes reconocidos como Diego Mateo -dirigirá la Séptima- y Aldo Duscher, acompañado por Facundo Quiroga, en Reserva.
En las últimas horas se conoció también que Guillermo Formica, hermano del «Gato», se sumará a los trabajos en Newell’s y dirigirá la Cuarta División de AFA. Además, volverán al club Adrián Blas Taffarel, hombre de la casa, que tendrá a su cargo la Novena, y Fernando Capobianco, que integró el cuerpo técnico de Juan Vojvoda en Talleres, y conducirá la Quinta. El resto de las categorías rojinegras de AFA también quedaron definidas: en Sexta estará Mauro Conocchiari y Emiliano Aquino seguirá trabajando en la Octava.
En Rosario Central también fueron varios los cambios que se llevaron a cabo, principalmente con la elección del «Loncho» Paulo Ferrari como coordinador de las inferiores -Alberto Boggio pasó a Rosarina- . El «Kily» Cristian González continuará dirigiendo la Reserva, y hará lo mismo con la Cuarta División, categoría que el pasado año condujo el «Puma» José Luis Rodríguez, quien ahora integrará el área de tecnificación desde la Quinta hasta la Novena, principalmente con segmentos de trabajos con los delanteros.
Cabe destacar también el regreso de Germán Rivarola a la formación de futbolistas canallas -tendrá la Séptima a su cargo-, que había dejado el club tras integrar el cuerpo técnico de Leo Fernández en la Primera División. Por su parte, Adrián Dezzoti subió a la Quinta, Iván Potepán estará en Sexta, Javier García en Octava y Román Raponi en Novena; todos ellos ya venían trabajando en las juveniles.
Con caras nuevas, con técnicos que se fueron y con otros que cumplirán un rol distinto dentro de las instituciones, las canteras canallas y leprosas comenzarán un nuevo ciclo. Claro está que el éxito de las mismas quedará reflejado en si aparecen o no futbolistas en la Primera, para lo cual es necesario el trabajo en conjunto y el compromiso de todas las partes que conforman un club.
