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miercoles 24 de abril del 2024

Central: Incorporaciones equivocadas

Unos diez años atrás se rumoreaba que el Atlético de Madrid había entrado en negociaciones con un club local para incorporar a un jugador argentino, cuyo nombre no recuerdo.

Un productor de una radio porteña, seguramente muy bueno, logró ubicar al entrenador del Atlético, el mexicano Javier Aguirre, en ¡Thailandia! donde estaba de vacaciones. Al consultarlo sobre la posible compra del jugador, el DT contestó, palabras más palabras menos: “A mí me contratan para dirigir una ‘plantilla’ que el club pone a mi disposición, yo no me encargo de comprar jugadores”.

La anécdota viene a cuenta por la errónea decisión de los dirigentes de muchos clubes, de dejar en manos de los entrenadores la elección de jugadores. En particular en Central, el costo ha sido altísimo. Bajo la conducción de Speciale se incorporaron 52 jugadores y en los último tres años más de 30: Gissi, Burgos, Gil Romero, Battaglia, Barrientos, Torsiglieri, Bordagaray, J. Ferrari, Menosse, Leguizamón, Parot, Romero, Rodríguez, entre otros.

Dado que los dirigentes no tienen por qué saber de Futbol, normalmente se guían por la opinión de los entrenadores que a veces aciertan (Pinola, Larrondo) y otras llevan a contrataciones muy cuestionables.

Como ya vimos líneas arriba, en Europa son los clubes bajo opinión de los directores deportivos, los que negocian las compras, más allá que pueden escuchar alguna opinión del entrenador.

Ahora bien, cuando fui candidato a presidente de Central, elección que ganó Horacio Usandizaga, me acompañó en la campaña Juan Antonio Pizzi quien iba a ser, si ganábamos, director deportivo del club.

Con él aprendí como trabajaban en Europa estos directores. Para decirlo brevemente, se debería hacer un plan de seguimiento de todas las categorías del futbol argentino y de los países donde, por sus precios se podrían adquirir jugadores, como Uruguay, Chile, Paraguay y otros.

Cuando llega un nuevo entrenador se les muestra la lista de jugadores que se ha seleccionado para cada puesto, incluyendo con prioridad absoluta los surgidos de las inferiores, y así se elige cada jugador.

Hace unos meses, los directivos de Central han nombrado a Cetto para esas funciones.

He visto con asombro como, en su primera gestión viajó a Colombia para contratar a Tesillo y luego repitió las gestiones con otros (como Romagnoli) reemplazando a los dirigentes en esa función.

No es tarea de un director deportivo hacer gestiones de compra de jugadores, ni visitar medios, ni explicar contrataciones. Su tarea es, a mediano o largo plazo, silenciosa y con un equipo que lo acompañe, recomendando a los dirigentes las próximas incorporaciones cuando se abre el libro de pases.

Seguramente, en la próxima apertura, los directivos ya se habrán dado cuenta del error y tendrán a mano la información correspondiente para no cometer los errores antes mencionados, cuyo costo se refleja en la economía del club.

O seguiremos sufriendo.